Cariño – De la cocina al cuido

La miel es uno de esos alimentos que nunca falta en la alacena de nuestra cocina. Además, es rico en hidratos de carbono (glucosa y fructosa), mientras que también contiene proteinas, vitaminas del complejo B, aminoácidos, enzimas, oligoelementos (calcio, cobre, hierro, magnesio, fósforo, potasio, zinc), características nutricionales que lo convierten en una excelente alternativa al azúcar.

De hecho, la miel merece un lugar no solo en nuestra dieta sino también en nuestro cuidado.

Miel, el cosmético más dulce

Se ha descubierto que la miel acelera la cicatrización de heridas, sin favorecer el crecimiento de microorganismos. Esta propiedad se atribuye al hecho de que es higroscópico, es decir, «chupa» la humedad de los gérmenes, lo que los deshidrata y los mata. De hecho, debido a su alto valor nutricional y su capacidad para absorber y retener agua en sus moléculas, la miel se considera un excelente alimento para la piel y en especial para las pieles secas y deshidratadas. Además, sus ingredientes antioxidantes combaten los radicales libres que, entre otras cosas, son los responsables del envejecimiento prematuro.

Sabía usted que…

El valor de la miel ha sido reconocido desde la antigüedad. Para los antiguos griegos, la miel era una especie de consumo, pero también una ofrenda a los dioses, para asegurarse su favor.

Cómo usar la miel en tu tratamiento

Como mascarilla

Remoje una bolsita de té verde en agua hirviendo durante unos 3 minutos. Retirar el sobre y dejar enfriar. Una vez frío, corta el sobre y retira las hojas de té. Agregue la miel a las hojas. Lávese la cara y séquese con una toalla. Aplica la mezcla de miel y té verde en tu rostro, déjalo por unos 20 minutos y enjuaga con agua tibia.

Como exfoliante corporal

Para hacer tu propio exfoliante corporal necesitarás 1/4 taza de miel tibia, 2 cucharadas de aceite de oliva o de coco y media taza de azúcar morena o blanca. Mezcla todos los ingredientes y reparte la mezcla frotando tu cuerpo con suaves movimientos circulares.

Como tratamiento tópico para las espinillas

Pon un poco de miel en un hisopo de algodón y aplícalo individualmente en cada grano. Déjalo todo lo que puedas para que actúe (idealmente por la noche) y luego limpia el rostro con un limpiador suave y agua tibia.

como acondicionador

Disuelve 1 taza de miel en 4 tazas de agua caliente y luego de bañarte normalmente con el shampoo y secarte el cabello ligeramente con una toalla, aplica la solución de miel sobre ellos. Dejar actuar durante 10-15΄ y luego enjuagar con abundante agua. Es recomendable repetir el procedimiento después de cada champú durante el tiempo que sea necesario.

Como mascarilla para el cabello

Mezcla 3 cucharadas de aceite de coco (para cabello corto, usa 2 cucharadas) con 1 cucharada de miel y aplica la mezcla sobre el cabello fresco, insistiendo en las puntas. Deja actuar la mascarilla durante 30 minutos y luego enjuaga. Es bueno usar la mascarilla una vez a la semana o cada vez que veas tu cabello deshidratado.

¡Precaución!

La miel puede actuar como sensibilizante en personas con tendencia a las alergias, ya que proviene del polen de las flores, que es un alérgeno muy fuerte. Entonces, si perteneces a esta categoría, es mejor evitar aplicarlo en tu piel.

Deja un comentario