Aprendemos a escuchar realmente a los demás.

La escucha activa es vital elemento de relaciones sanas, amistoso, social o incluso erótico. Va mucho más allá de la atención o concentración total del oyente en todo lo que escucha de su interlocutor y es un comportamiento que hace que el hablante se sienta validado. Las habilidades de escucha activa, es decir, ser buenos oyentes pueden ayudar a fortalecer los lazos sociales o sentimientos de una relación, resolver un conflicto o desacuerdo, y resultar particularmente útiles incluso en el manejo de crisis, personales o incluso relacionadas con nuestra propia gente.

¿Cómo convertirse en un oyente activo?

La noticia aún mejor es que puede practicar fácil y rápidamente la habilidad de escuchar activamente. Para tener éxito puedes probar:

lenguaje corporal correcto

El primer paso para mostrarle a alguien que tiene toda tu atención es mirarlo y mantener un contacto visual relajado. Por lo general, cuando alguien nos habla, es posible que inconscientemente nos alejemos de la discusión y pensemos en nuestros planes para mañana o en algo que nos preocupa. Sin embargo, la escucha activa involucra a todo el «cuerpo» y con él a la mente.

«Deshágase» de las distracciones

Muchas veces estamos tan ocupados con nuestros teléfonos celulares que no nos damos cuenta de que alguien está tratando de comunicarse y conectarse más profundamente con nosotros. Entonces, en lugar de interrumpir sus conversaciones con cada notificación, intente poner sus teléfonos celulares en silencio y déjelos a un lado. Al aliviar las distracciones podrás concentrarte más fácilmente en todo lo que dices y estar física y mentalmente presente.

Escucha sin juzgar

Es difícil para las personas conectarse realmente cuando sienten que están siendo juzgadas. Para evitar esto, tenga cuidado al escucharlos y evite responder con desaprobación o críticas, incluso si no está personalmente de acuerdo con lo que están diciendo. Además, trata de resistir el deseo espontáneo de dar un consejo o la solución a un amigo que te está hablando. En cambio, deja que exprese todo lo que siente y sugiera soluciones y tu punto de vista, después de que te lo pida.

Recuerda que no tiene nada que ver contigo

Trate de no decir su opinión cuando compartan algo importante con usted. Recuerde que la discusión no tiene nada que ver con usted y no se apresure a responder mencionando sus propias experiencias personales similares. En su lugar, muestre interés haciendo preguntas sobre su experiencia o simplemente ofreciendo su apoyo.

No te preocupes por posibles errores

Es bueno recordar que nadie es perfecto y que puede experimentar momentos de vergüenza en una conversación en la que no sepa exactamente qué decir o no decir. A veces puedes cometer un error sin darte cuenta, pero los errores son parte de la naturaleza humana. Trate de no concentrarse en sus errores o en su miedo a ellos, pero concéntrese en su conversación para estar presente. La mayoría de las veces, las personas no necesitan consejos o soluciones, solo quieren ser escuchadas y comprendidas.

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