La fatiga es una epidemia moderna. Según las estadísticas de Google, el 62% de la población tiene trastornos del sueño. Esto afecta tanto a nuestra salud como a nuestra apariencia. Para tratar tanto las causas como sus síntomas, además de los cuidados estéticos necesarios, es necesario seguir un programa de estimulación integral. Si lo observamos durante al menos dos semanas, veremos una diferencia notable en nuestra apariencia, energía y psicología. Así que veamos el plan de cuidado holístico y tonificación de nuestro cuerpo (bonificación: también hará que nuestra piel brille y palpite con salud).
Bebemos mucha agua durante el día.
Una hidratación adecuada no solo se asocia con mayores niveles de concentración, estado de ánimo y memoria, sino que también mejora significativamente la calidad de la piel, haciéndola más suave y elástica. Al mismo tiempo ofrece hidratación a las células y tejidos y al mismo tiempo expulsa las toxinas del cuerpo, que hacen que nuestro rostro se vea apagado y grisáceo. Así que nos aseguramos de beber al menos 1,5 litros de agua al día.
Equilibramos nuestra dieta
La salud del cuerpo y la piel depende en gran medida de un sistema digestivo saludable. Así cuidamos la flora intestinal y mejoramos nuestra digestión consumiendo alimentos ricos en probióticos, como el yogur, el kéfir, la kombucha. En Corea, el kimchi es común, una receta de repollo fermentado.
Empezamos el ejercicio regular
Cuando nos sentimos bien, esto se refleja en nuestra piel. El ejercicio no solo esculpe nuestra figura sino que también mejora nuestra confianza en nosotros mismos, alivia el estrés y aumenta los niveles de energía y vitalidad.
«Nos estamos desconectando»
Disfrutamos de JOMO (Joy of Missing Out) y tomamos un descanso de la pantalla de la computadora o del teléfono móvil, de las redes sociales. Según investigaciones recientes, JOMO nos ayuda a tener más control sobre nuestras vidas y un mejor estado de ánimo. Además, no sobrecargamos la piel expuesta a la luz azul emitida por los dispositivos electrónicos.