Cómo Disfrutar La Soledad: 11 Consejos

Soledad y soledad. Aunque suenen similares, son dos cosas completamente diferentes. Elegimos y disfrutamos la soledad: No somos antisociales, tenemos amigos o pareja.

Simplemente pertenecemos a esa categoría de personas que están igualmente (si no más) satisfechas cuando están solas.
Por el contrario, no ocurre lo mismo con la soledad, que no elegimos.

Podemos estar rodeados de familiares y amigos pero sentir que no estamos conectados con nadie, algo que crea un vacío emocional, tristeza o necesidad desesperada de compañía.

Sin embargo, no importa cómo nos sintamos cuando estamos solos, construir una buena relación con nosotros mismos es una inversión que vale la pena hacer.
Es posible que los siguientes consejos no transformen nuestra vida de la noche a la mañana, pero nos ayudarán a pasar un buen rato por nuestra cuenta.

1. Evitamos compararnos con los demás

Es fácil decirlo que hacerlo, pero es un catalizador para nuestra salud mental, especialmente si hablamos de la vida en las redes sociales. Es bueno recordar que los siguientes no traen felicidad. Ni siquiera la agenda repleta de fiestas y salidas sociales.

2. Nos distanciamos de las redes sociales

¿Nos sentimos ansiosos o inadecuados cuando tratamos con ellos? Entonces es bueno dejarlos a un lado por un tiempo. Después de todo, no tenemos idea si todos aquellos a quienes admiramos son realmente felices o simplemente causan esa impresión.

Así que respiramos hondo e intentamos mantenernos alejados de las redes sociales durante 48 horas. Si realmente nos sentimos mejor, limitamos nuestra participación con ellos a 10-15 minutos diarios.

3. Tómese un descanso del teléfono

Pero, ¿se puede estar completamente solo cuando hay un teléfono inteligente y videollamadas? Duro. Sin embargo, la próxima vez que estemos solos, tratemos de apagar el celular por una hora y usemos este tiempo, meditando.
Alternativamente: tomamos un bolígrafo y un cuaderno y anotamos nuestros pensamientos o hacemos garabatos.

4. Descansamos nuestras mentes

¿Nos preocupa la idea de una completa inacción? Probablemente tengamos tiempo para permitirnos hacer eso.
Qué hacer primero: configure un temporizador durante 5 minutos sin:
– TELEVISIÓN.
– Música.
– Internet.
– Podcasts.
– Libros.
Encontramos un lugar cómodo para relajarnos, ya sea acostados o sentados, y cerramos los ojos o miramos por la ventana. La clave es no pensar en nada durante 5 minutos.

Alternativamente: nos involucramos en un pasatiempo o tarea, como el bordado o la fascia. Incluso una ocupación tan simple puede relajar nuestras mentes.

5. Nosotros… salimos con nosotros mismos

Puede sonar a cliché pero es una forma efectiva de averiguar qué necesitamos para ser felices.

Lo que hacemos: Imaginamos que estamos saliendo con alguien a quien realmente queremos impresionar. ¿Dónde lo llevaríamos? ¿Cómo trabajaríamos? Ahora nos ponemos en el lugar de esta persona. Puede parecernos extraño o inconveniente ir al cine oa cenar solos, pero nos daremos cuenta de que no estamos solos.

6. Pasamos tiempo en la naturaleza

Otro cliché, pero salvación. Salimos a la terraza, damos un paseo por un parque cercano o vamos al mar. Guardamos en la mente las imágenes, los paisajes, los sonidos, los olores de la naturaleza, sentimos el aire fresco golpeando nuestra cara. Los expertos señalan que 30 minutos a la semana en la naturaleza pueden mejorar los síntomas de depresión e hipotensión.

7. Hacemos voluntariado

A través de la ayuda y el contacto social, se reduce el estrés, se mejora nuestro estado de ánimo, se potencia el sentimiento de alegría, la confianza en uno mismo y el sentido de propósito, según un estudio científico realizado por científicos de Nueva Zelanda.

De hecho, el mismo estudio mostró que aquellos que se ofrecieron como voluntarios durante mucho tiempo tenían una mejor salud mental que aquellos que lo hicieron por un período de tiempo más corto.

8. Educar… nuestra gratitud

Damos por sentado algunas cosas en nuestra vida diaria, aunque para muchos no lo son. Es por eso que dedicamos un tiempo a compilar una lista (ya sea real o mental) de todo lo que tenemos y por lo que estamos agradecidos. La próxima vez que nos sintamos solos, recordemos esta lista.

9. Canalizamos nuestra creatividad

¿Qué hemos soñado siempre con hacer sino posponerlo constantemente? No importa si somos buenos en eso. El punto es hacer algo nuevo y diferente, algo que vaya más allá de lo pisoteado.

Aprendemos a pintar paisajes, a tocar un instrumento musical, a escribir historias. Podemos probarlo nosotros mismos o nos inscribimos en una clase. Si nos damos cuenta de que no nos gusta, vamos hacia abajo, encontrando algo más.

10. Renovamos nuestro espacio

Incluso una rutina exitosa puede hundirnos en un atolladero y hacer que nos aburramos. Pensamos en lo que funciona y lo que no y lo cambiamos. Movemos los muebles, o pintamos una pared. Hacemos el jardín, limpiamos y organizamos nuestros espacios o descubrimos un nuevo lugar de reunión para tomar un café.

11. Nos salimos del “cinturón de seguridad”

Y mientras todo estaba organizado para nuestras vacaciones con amigos o con nuestra pareja, en el último momento todo se pone patas arriba y nos quedamos solos. Que estamos haciendo; ¡Definitivamente no volveré! Ir de vacaciones… con nosotros mismos, al final puede resultar una experiencia mucho más interesante, valiosa y única.

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