Cómo lidiar con FOMO después de los bloqueos

Al persistir las altas temperaturas y el miedo a una cuarta ola, surge una especie de zozobra social, por lo que no “perdemos” ninguna oportunidad de socializar. No te pierdas ninguna experiencia social o de otro tipo satisfactoria en la que otros participen. En otras palabras, esto es FOMO o, de lo contrario, «Miedo a perderse».

Una preocupación intensa de que la persona puede perder la oportunidad de divertirse, tener una experiencia social notable o participar en algún evento extraordinario que otros están experimentando y disfrutando.

Los bloqueos intensifican FOMO

Es su «miedo» a no dejar ni un minuto sin explotar ahora que somos «libres» porque perdí mucho, perdí mucho tiempo en la cuarentena y quién sabe cuánto tiempo más, si se produce un nuevo encierro. No habré «aprovechado al máximo» este período de «libertad».

En algún lugar aquí se desarrolla y alimenta la inseguridad y la duda sobre si hacemos lo suficiente, si la forma en que empleamos nuestro tiempo es «correcta» y efectiva. ¿Debería salir más?

¿Debería divertirme más con más frecuencia? ¿No son suficientes las vacaciones que organicé? La ansiedad se extiende a cuestiones más sustanciales y plantea dudas como: ¿Tengo que ligar más?

¿Debería tener más relaciones interpersonales o incluso eróticas? La ansiedad de perder algo aumenta y conduce a «engaños» cognitivos como: ¿Cómo voy a llenar el «vacío»? ¿Mi vida sería mejor si aceptara todas las invitaciones?

¿Estoy perdiendo de vista el hecho de que los demás están constantemente haciendo algo? ¿Estar en algún lugar y «divertirse»? ¿Estaría más lleno, más feliz? ¿Más satisfecho?

La teoría de la autodeterminación

La respuesta a nuestra pregunta la da la teoría de la autodisposición, según la cual la asociación o coherencia con otras personas que nos rodean así como con las experiencias experienciales con ellas es una necesidad psicológica muy importante cuya insatisfacción ocasional o a largo plazo conduce a estrés sentimientos, a sentimientos de inferioridad e insatisfacción.

La solución está en cada uno de nosotros.

Seguro que todos nos hemos privado mucho durante mucho tiempo y es normal querer ser muy «activos» social e interpersonalmente, pero esto no significa en ningún caso y por ningún motivo que debamos estresarnos o arrepentirnos si no hagáis cosas que no nos satisfagan, que no tengan sentido ni valor para nosotros.

Es perfectamente sano y legítimo no desaprovechar ninguna “oportunidad” de diversión, siempre que sea real e imprescindible para nosotros y no sea producto de “presiones” ajenas o de estatus social.

Escuchemos nuestras necesidades reales y nuestros deseos esenciales y dejemos que cada uno elija conscientemente cuánto y dónde gastará su tiempo y energía sin miedo (no perder nada) pero con genuina pasión por una vida verdaderamente satisfactoria.

Pasamos nuestro tiempo solo con quien y lo que realmente nos agrada.

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