¿Cuánto puede una simple caminata mejorar nuestra salud mental y física? Cuando se combina con el tipo de concentración y conciencia que nos ofrece la meditación, ¡el cielo es el límite!
Hay muchos tipos de caminatas de meditación, entre las cuales seguro que encuentras la que más te conviene. Algunos son tan detallados que tienes que medir tus pasos o moverte siempre en un patrón específico: circular, recto o incluso en un laberinto. Otras «escuelas», sin embargo, requieren que simplemente te concentres en el presente mientras disfrutas de tu caminata.
¿Cuáles son los beneficios de las caminatas de meditación?
Mejoran la circulación sanguínea
La mayoría de nosotros tenemos un estilo de vida sedentario. Un pequeño paseo, de tan solo diez minutos, es suficiente para mejorar nuestra circulación sanguínea, pero también para despertarnos del sarpullido que provoca… el contacto prolongado con nuestro sofá.
Mejoran la función del tracto digestivo.
No esperabas que te dijéramos que caminar después de comer ayuda a la digestión, ¿verdad?
Reduce el estrés
La investigación ha demostrado que los adultos que combinaron caminar con la meditación tuvieron una mayor reducción en los niveles de ansiedad y estrés que aquellos que simplemente caminaron o meditaron.
Alivia los síntomas de la depresión.
Tanto el ejercicio regular, incluso en su forma más leve, como meditación puede ayudarnos a lidiar de manera más efectiva con los síntomas de la depresión, al mejorar nuestro estado de ánimo.
Nos ayuda a dormir bien
Las investigaciones han demostrado que incluso el ejercicio leve puede hacer maravillas en la calidad de nuestro sueño. Caminar mejora nuestra flexibilidad y reduce el dolor muscular, a la vez que reduce los niveles de estrés. Así, con la mente despejada y el cuerpo relajado, es más probable que disfrutemos de dulces sueños.
Nos hace más creativos.
No hace falta mucha imaginación: cuando pasamos todo el día en el interior o sentados frente a la computadora, tiene sentido no ser demasiado creativos.