En un esfuerzo por encontrar el tratamiento más adecuado para los pacientes con enfermedad coronaria que experimentan síntomas de depresión, los científicos han ideado la opción más tradicional pero siempre efectiva, el ejercicio.
El ejercicio mejora el estado de ánimo
Un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad RCSI sugiere que el ejercicio es probablemente el tratamiento a corto plazo más efectivo para la depresión en personas con enfermedad coronaria en comparación con los antidepresivos, la psicoterapia o una atención más sofisticada.
El estudio, publicado en Psychosomatic Medicine, es la primera revisión sistemática que compara los tratamientos para la depresión en pacientes con enfermedad coronaria, y sus hallazgos brindan información clínica valiosa que ayuda a los médicos a determinar el mejor plan de tratamiento para los pacientes.
Más específicamente, los investigadores revisaron ensayos terapéuticos con antidepresivos, psicoterapia, ejercicio, una combinación de psicoterapia con antidepresivos y atención colaborativa (es decir, tratamientos ideados por un equipo multidisciplinario de médicos que contribuyen al paciente) en el tratamiento y el cambio en los síntomas depresivos dentro de ocho semanas de iniciado el tratamiento.
El ejercicio y las terapias combinadas (antidepresivos y psicoterapia) parecían tener los efectos terapéuticos más potentes. Sin embargo, debido a que los resultados combinados presentan un alto riesgo de sesgo, los hallazgos de la revisión sugieren que el ejercicio es probablemente el tratamiento más efectivo. Los antidepresivos tuvieron el mayor apoyo de investigación, mientras que la psicoterapia y la atención colaborativa no funcionaron como se esperaba.
Aliado contra las enfermedades coronarias
«La depresión es una ocurrencia común en pacientes con enfermedad coronaria. La existencia de ambas enfermedades puede afectar significativamente la calidad de vida de los pacientes, por lo que es crucial evaluar los tratamientos más efectivos”, señala el primer autor del estudio y profesor del Departamento de Salud Pública, Dr. Frank Doyle.
«Nuestro estudio sugiere que el ejercicio es probablemente el mejor tratamiento para la depresión que a menudo ocurre después de la enfermedad coronaria. «Nuestros hallazgos resaltan aún más la importancia clínica del ejercicio como tratamiento, ya que vemos que mejora no solo la depresión sino también otros aspectos importantes de la enfermedad cardiaca, como la reducción de la presión arterial y el colesterol en estos pacientes».
«Las personas con enfermedad coronaria que experimentan síntomas de depresión deben hablar con su médico sobre los tratamientos que mejor se adapten a sus necesidades personales y que hagan que los médicos se sientan más seguros al recomendar ejercicio a los pacientes».