Poder de la mujer: lo que las mujeres deben tener en cuenta en el verano

El verano es para muchos la época favorita del año, pero las mujeres en este período deben proteger su salud ginecológica, ya que el calor y la humedad son los «mejores amigos» de las infecciones ginecológicas.

A esto se suma la mayor frecuencia de relaciones sexuales que suele darse durante el verano por lo que aumentan las posibilidades de contagios.

También existen enfermedades de transmisión sexual (ETS) como el virus de las verrugas humanas (conocido como VPH), infecciones por herpes, infecciones por clamidia, sífilis, gonorrea, sin olvidar el SIDA y la hepatitis.

Lo que no debemos olvidar en nuestras excursiones de verano

Inicialmente, la exposición al sol solo causa deshidratación y aumenta la posibilidad de infecciones del tracto urinario y cistitis.

Evitar orinar en las playas durante el baño y la sudoración prolongada exacerban la aparición de infecciones.

Los síntomas más comunes de una infección del tracto urinario son sensación de ardor al orinar, micción frecuente (donde muy a menudo la mujer expulsa una cantidad muy pequeña de orina) y micción forzada, mientras que en algunos casos hay presencia de sangre.

Además de las infecciones del tracto urinario, la vaginitis es bastante común, por lo que cualquier cambio en la flora normal de la vagina, que resulte en la prevalencia de un microorganismo patógeno, conduce a la inflamación de la vagina o, de lo contrario, a la vaginitis.

Los síntomas incluyen ardor y picazón en la vagina y la vulva, enrojecimiento en el exterior y aumento en la cantidad de fluido vaginal, así como cambios en el color y el olor.

A menudo se observa dolor durante el contacto (dispareunia) y al orinar (disuria).

Las principales causas de vaginitis en mujeres en edad reproductiva pueden ser hongos, bacterias (Gardnerella vaginalis, Mycoplasma hominis, especies de Bacteroides, especies de peptostreptococcus) y folículos pilosos.

Para evitar la aparición de vaginitis durante el verano, se recomienda nadar en mares limpios, pues las aguas contaminadas en combinación con las altas temperaturas que se desarrollan son el ambiente ideal para el crecimiento de hongos.

Lo mismo ocurre con el baño en piscinas, sobre todo si el agua no está clorada o no se renueva con la frecuencia suficiente.

Una vez finalizado el baño de mar, se recomienda cambiar inmediatamente el bañador mojado por la humedad, mientras que si la mujer desea tomar el sol o tumbarse en la arena, deberá hacerlo únicamente sobre una colchoneta o toalla.

Y por supuesto, como ya hemos dicho, debido a que la libido sube en el verano y las relaciones sexuales están en aumento, las mujeres deben usar algún método anticonceptivo para evitar embarazos no deseados, ya que las investigaciones indican un mayor uso durante el verano de la «píldora del día siguiente» en que no es un método anticonceptivo regular sino urgente y a menudo se abusa de él.

Por ello y en cualquier caso, se recomienda el uso del preservativo como método anticonceptivo y barrera protectora frente a todo lo anterior.

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