Con estos ejercicios evitaremos que nos pillen después del ejercicio

Algunos pueden pensar que agarrar sus músculos es una señal de progreso, pero en realidad es más bien un obstáculo, ya que puede afectar el rango de nuestro movimiento, retrasar nuestra vuelta al entrenamiento e incluso complicar nuestras actividades diarias.

Una condición básica para evitar agarres después del ejercicio es hacer calentamientos y estiramientos, ya que al omitirlos aumentamos las posibilidades de lesionarnos y quedar atrapados durante el ejercicio. Por eso, dedicamos unos minutos al calentamiento, con el fin de preparar nuestro sistema cardiovascular y musculoesquelético para cualquier carga que reciba en el futuro. Los ejercicios de estiramiento son tan importantes como el calentamiento. Deben realizarse de forma que los músculos y tendones adquieran la elasticidad necesaria para que los ejercicios se hagan mejor, pero también para evitar lesiones. No olvide que los estiramientos no deben realizarse antes sino después del calentamiento y al final del programa, para evitar agarres.

Ejercicios de estiramiento para evitar agarres después del ejercicio:

Aumento

Otras formas de evitar ser atrapado:

  • Usa un rodillo de espuma antes de entrenar. Aunque existe evidencia científica de que el rodillo de espuma no es la opción ideal para tratar una lesión muscular inducida por el ejercicio, puede haber beneficios al usar el rodillo de espuma antes del entrenamiento como parte de un calentamiento. Al igual que los estiramientos, el rodillo de espuma se puede utilizar para ayudar a mejorar el rango de movimiento y la flexibilidad y preparar nuestro cuerpo para el siguiente entrenamiento.
  • Nos enfocamos en el progreso gradual. Cuando comenzamos con entusiasmo un nuevo entrenamiento o queremos resultados rápidos, es fácil dejarse llevar y presionar demasiado a nuestro cuerpo. Entonces es muy posible que se produzca una lesión o seamos atrapados. Es posible que nos sintamos bien al final de nuestro entrenamiento, por lo que podemos pensar en desafiarnos a nosotros mismos aún más. Pero no solo nos sentiremos mejor al día siguiente (y al día siguiente), sino que aumentaremos las posibilidades de problemas más graves. Por lo tanto, nos enfocamos en crear un programa de ejercicios que tenga objetivos y puntos de referencia específicos, de modo que podamos juzgar nuestro progreso en función del rendimiento de los ejercicios y no de cuánto han crecido nuestros músculos.
  • Nos mantenemos hidratados. «Nos mantenemos hidratados» se ha convertido en el nuevo mantra para casi todo, desde pérdida de peso para aumentar la energía. De hecho, una hidratación adecuada puede ayudar a prevenir el dolor muscular. Esto se debe principalmente al hecho de que la deshidratación reduce el flujo de sangre a los músculos y también puede causar un desequilibrio de electrolitos, lo que a su vez puede contribuir a un aumento del dolor muscular más adelante.

¡Precaución!

Los calambres musculares leves son naturales y pueden ser una señal de que estamos «empujando» nuestro cuerpo (en el buen sentido). Sin embargo, si el agarre no cede o es particularmente intenso, es recomendable consultar a un especialista.

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