Cuidado De Las Personas Con Enfermedades Crónicas

Las altas temperaturas y las condiciones climáticas especiales que prevalecen durante los meses de verano suelen crear problemas importantes para las personas que padecen enfermedades crónicas. En particular, hay muchas enfermedades que requieren cuidados especiales y quizás modificación del tratamiento durante los meses de verano para asegurar su mejor regulación.

Cualquier persona que padezca una enfermedad crónica debe visitar a su médico a principios de verano y especialmente antes del inicio de sus vacaciones para evaluar su estado de salud y las posibles medidas adicionales a tomar para que no surjan problemas de emergencia que le estropeen las vacaciones. él y su familia.

Enfermedades crónicas en verano

Algunas de las enfermedades que necesitan especial atención durante los meses de verano son las siguientes:

Hipertensión

Las personas con presión arterial alta que toman medicamentos para controlar su presión arterial deben saber que, en los meses de verano, su presión arterial normalmente desciende a niveles más bajos que durante los meses de invierno.

Esto se debe principalmente a la pérdida de líquidos que todos tenemos a causa del sudor. Cuanto más intensa es la sudoración, mayor es la reducción de la presión.

Por lo tanto, las personas que toman diuréticos o vasodilatadores para regular su presión arterial deben consultar a su médico acerca de posibles reducciones en sus medicamentos. Bajo ninguna circunstancia la persona debe reducir o suspender su medicación por iniciativa propia.

Enfermedades del corazón

Las personas con insuficiencia cardíaca deben evitar la fatiga y las actividades al aire libre durante los meses de verano. Deben vestirse con ropa ligera y sus comidas deben ser sencillas.

La dieta baja en sal, que suele imponerse debido a su condición, en combinación con los medicamentos que toman y la sudoración intensa, puede provocarles una reducción de la presión arterial (hipotensión), dificultad para respirar y sensación de agotamiento y debilidad.

Las personas con enfermedad coronaria también deben tener cuidado con los meses de verano muy calurosos y evitar la actividad física extenuante o innecesaria en áreas sin aire acondicionado.

La caminata (walking) y cualquier tipo de ejercicio que solemos sugerir a estas personas debe ajustarse adecuadamente en intensidad y duración durante los meses de verano y debe realizarse en momentos en que la temperatura no tenga sus valores máximos (normalmente en los mañana o tarde). .

Enfermedades respiratorias

Las personas que sufren de insuficiencia respiratoria crónica, como asma, enfisema, bronquitis crónica, generalmente con altas temperaturas, muestran dificultad para respirar y empeoramiento de su dificultad para respirar.

La ropa ligera, las comidas sencillas y permanecer tanto como sea posible en áreas con aire acondicionado ayudan significativamente en su condición. En estos individuos, es posible que sea necesario mejorar el tratamiento aumentando la dosis del medicamento o agregando temporalmente un adyuvante.

Enfermedades de huesos y articulaciones

Las personas que padecen enfermedades crónicas de los huesos y las articulaciones (reumatismo, artritis) suelen sentirse más aliviadas durante los meses de verano. En general, tanto el calor como los baños ayudan significativamente a mejorar los dolores y la movilidad de las articulaciones en los pacientes de estas enfermedades.

Las personas que sufren de «artritis» deben aprovechar este período para los baños, ya que se ha demostrado que ofrecen un alivio significativo y enormes beneficios.

Muchas personas, debido a la mejoría de sus síntomas durante estos meses, sienten menos necesidad de tomar analgésicos y antiinflamatorios.

Diabetes

El verano es una auténtica tentación para las personas con diabetes.

Las frutas de verano (sandía, melón, uvas, higos) son ricas en azúcar y si esto se combina con salidas de verano, en las que un helado o un refresco se considera un pequeño placer necesario, entonces se comprende fácilmente lo fácil que puede ser un diabético. seducido por tales tentaciones y violar su dieta.

Estas personas necesitan atención y una gran disciplina para no verse privadas de ningún placer, pero tampoco correr los riesgos de un aumento repentino y grande de su azúcar, que se combina con la eliminación relativamente grande de líquidos debido a la fuerte sudoración del verano. fácilmente puede causarles problemas significativos.

Los medicamentos que toman estas personas para regular su azúcar en sangre no sólo no deben reducirse sino que, por el contrario, por consejo del médico deben ajustarse. dosis para prevenir los peligros del verano.

Pregúntele a su médico

No cabe duda de que los placeres del verano son los mismos tanto para los sanos como para las personas que tienen un problema de salud temporal o permanente. La información adecuada y las instrucciones del médico pueden asegurar un verano feliz sin importar el problema que uno pueda tener.

Así que no dude en seguir el consejo de su médico antes de comenzar sus vacaciones.

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