Dermatitis Por Estrés: Problemas En La Piel Y Su Significado Emocional

La gente siempre está ansiosa por diferentes eventos. De hecho, últimamente, con las muchas medidas diferentes, los desarrollos inesperados y la sensación de incertidumbre imperante, tenemos muchos motivos para preocuparnos más. Muchos de nosotros podemos verlo cuando nos miramos al espejo, ya que la piel es tan vulnerable a los efectos del estrés como cualquier parte del cuerpo.

Los cambios que vemos, ya sea en nuestra imagen o bajo el microscopio, pueden sacudir nuestra autoestima y al mismo tiempo alterar el buen funcionamiento de la piel. Y una vez que eso sucede, se produce un círculo vicioso de estrés y desequilibrio hormonal que empeora nuestro bienestar general.

Ventana interior

Entonces, cuando pasamos por un período de estrés intenso, puede afectar nuestra piel de varias maneras. Por ejemplo, puede empeorar el acné, provocar cambios en la textura de la piel, brotes de eccema y, en general, el desequilibrio hormonal puede empeorar las afecciones de la piel.

Pero no es una calle de un solo sentido. Los estudios de investigación muestran que la piel y los folículos pilosos contienen mecanismos complejos que producen sus propias señales de estrés, que pueden viajar al cerebro y perpetuar la respuesta al estrés.

Nuestra piel es una defensora de la multitarea. Protege al organismo de factores ambientales, como la luz ultravioleta, de hormonas y neurotransmisores como el cortisol, al mismo tiempo que se encarga de la síntesis de vitamina D, la regulación de electrolitos, líquidos y temperatura corporal.

Refleja el estado del cuerpo internamente. Puede ser seco, rojizo o incluso pálido, con erupciones o picazón, debido a una nutrición inadecuada o disfunciones subyacentes en nuestro sistema hormonal, digestivo e inmunológico. Y estos sistemas se ven muy afectados por el estrés.

Responde al estrés con estrés

La piel responde al estrés emocional produciendo la hormona del estrés, también conocida como cortisol. Cuando se encuentra en altas concentraciones, puede ralentizar la cicatrización de heridas, aumentar la inflamación en el cuerpo y reducir la producción de colágeno, la proteína producida por la piel.

El estrés emocional combinado con la falta de sueño o la mala calidad puede aumentar las posibilidades de una afección preinflamatoria, que a su vez afecta la producción de colágeno.

El estrés también puede dañar la permeabilidad de la piel y la barrera antimicrobiana, haciéndola más susceptible y propensa a infecciones secundarias que incluso pueden resultar de rascarse.

Los trastornos inflamatorios de la piel como el acné, la rosácea, la psoriasis y la dermatitis atópica están muy relacionados con el estrés emocional, la disfunción hormonal y la mala nutrición.

Cuando … las hormonas atacan

La hormona tiroidea y las hormonas reproductivas como el estrógeno se ven afectadas por el estrés crónico. Uno de los mejores y más comunes ejemplos de este fenómeno es el período doloroso o relativamente irregular después de una serie de eventos o situaciones estresantes.

Estas hormonas se ven afectadas por el estrés, pero también afectan directamente la salud de la piel. Los estrógenos tienen un efecto protector y están asociados con una hidratación adecuada, un funcionamiento adecuado de la barrera cutánea y la cicatrización de heridas.

Durante la menstruación, una disminución de los estrógenos puede empeorar el acné, el eccema y la psoriasis. Durante la menopausia, el cuerpo no produce los mismos niveles de estrógeno que en años anteriores, por lo que la piel tiende a perder su estructura y las tasas de envejecimiento se aceleran.

Las personas con enfermedad de la tiroides tienen tasas más altas de piel seca, psoriasis y coloración amarillenta o enrojecimiento de la piel en comparación con aquellas con función tiroidea normal.

Por supuesto en orden

Despertarse y dormir a la misma hora todos los días, sí, ya sea un fin de semana, es la «clave» para regular las hormonas, ya que se ven afectadas por los ritmos circadianos. Lo mismo parece aplicarse a las horas de las comidas.

Si sus comidas son lo más consistentes posible con el momento en que las consume, sus hormonas se lo agradecerán. Aliviar la tensión en combinación con el movimiento puede hacer maravillas para aliviar el estrés.

Ya sea bailar, practicar kickboxing o caminar, elige la actividad que más te convenga y conviértela en tu nuevo hábito favorito. El ejercicio estimula la circulación sanguínea y la descongestión linfática, los cuales ayudan a estimular y desintoxicar la piel.

Nuestra piel no nos quiere… epidérmicos

Hay pruebas de diagnóstico para para identificar las causas que causan los diversos problemas en su piel.

El control de las hormonas tiroideas, el estado de la vitamina D, el estrógeno y el cortisol en la sangre pueden ser indicadores útiles de cómo está funcionando su piel a nivel microscópico.

Rutina de invierno para el cuidado de la piel

Desde el interior

Disfrute de alimentos ricos en los siguientes nutrientes:

Ácidos grasos omega-3: pescado, frutos secos, semillas de chía.
Vitamina D: Yemas de huevo, pescado, champiñones.
Vitamina C: pimientos, cítricos, brócoli.
Vitamina E: semillas de girasol, aceite de germen de trigo.
Vitamina A: verduras de hoja, batatas, zanahorias.
Zinc: Aves, legumbres, frutos secos y semillas.
Colágeno: Caldo de huesos.

Recuerde beber agua con frecuencia para hidratar los tejidos y la piel.

Desde afuera

Incorpora estas sencillas prácticas diarias en el siguiente orden:

1. Lávese la cara con un limpiador suave.
2. Aplique tóner.
Cuida tu piel con sueros como el ácido hialurónico para la sequedad y los signos del paso del tiempo en la piel y vitaminas C y E para protegerla de los daños.
4. Aplique una pequeña cantidad de humectante.
Termine con protector solar de dos dedos con índice de protección SPF 30 o superior.

 

Deja un comentario