¿Dolor de espalda? La conexión mente-cuerpo puede aliviarte

Aunque es la principal causa de discapacidad en todo el mundo, el dolor lumbar crónico suele ser una condición difícil sin cura que funciona perfectamente para todos. Sin embargo, una nueva investigación publicada en la revista Pain sugiere que la conexión mente-cuerpo puede brindarnos alivio.

Después de estudiar los datos de 35 participantes con dolor lumbar crónico, los médicos de BIDMC utilizaron un programa de 12 semanas que incluía la reducción de la conciencia basada en el estrés con sesiones de 2 horas cada una, una vez a la semana durante 8 semanas.

La conciencia alivia el dolor.

Los participantes también asistieron a una sesión de seis horas durante todo el día. Los participantes también asistieron a sesiones dos veces por semana enfocadas en reducir el estrés y la ansiedad durante 4 semanas.

Otro aspecto del programa fue volver a la actividad física de manera significativa. Al final del período de estudio, hubo una mejora significativa en la función general, así como niveles más bajos de dolor y estrés.

Descubrieron que el programa era extremadamente beneficioso para tratar el dolor lumbar incluso en comparación con la atención estándar y que los resultados tienen efectos potencialmente duraderos. Alrededor del 64% de los participantes informaron que permanecieron completamente libres de dolor 6 meses después de finalizar el programa.

La conexión mente-cuerpo es real

El ejemplo actual de manejo del dolor se centra en el origen natural del dolor, señalan los investigadores detrás del estudio.

Cuando no parece haber ningún factor físico que lo provoque, se denomina dolor de espalda inespecífico y puede provenir de un proceso psicológico. Por ejemplo, la sensación de vergüenza hace que los capilares se dilaten y esto hace que la sangre circule con más intensidad por la cara y por eso nos sonrojemos.

Asimismo, la excitación o el estrés pueden provocar cambios en el sistema digestivo, también conocidas como “mariposas en el estómago”.

Cuando los pacientes reconocen esta relación entre su mente y su dolor físico, podemos mirar la situación desde una nueva perspectiva y, por lo tanto, encontrar nuevas soluciones, señalan los investigadores.

Deja un comentario