Ejercicio: ¿Cómo afecta el apetito por la comida?

Desde el fortalecimiento muscular hasta la quema de calorías y la mejora de la salud del corazón, gimnasia afecta significativamente a nuestro organismo. De hecho, el ejercicio puede afectar, incluso temporalmente, nuestro apetito por la comida.

Cómo afecta el ejercicio al apetito

Lo más probable es que no sienta hambre durante su entrenamiento y esto se debe en parte al hecho de que su sangre va desde su estómago a los músculos que trabajan. Es por eso que cuando hace ejercicio le resulta difícil digerir o puede sentir náuseas.

El ejercicio también afecta las hormonas que regulan el hambre. Por ejemplo, una investigación publicada en la revista científica Revista americana de fisiología descubrió que una hora de carrera reducía la grelina (la hormona que abre el apetito por la comida) y aumentaba el péptido YY (la hormona intestinal que reduce el apetito por la comida). El entrenamiento de fortalecimiento muscular de 90 minutos también redujo la grelina, pero no afectó el péptido YY, lo que indica que el tipo de ejercicio también es un factor que afecta el apetito por la comida después del entrenamiento.

La intensidad del ejercicio también es un factor a considerar. Una pequeña investigación publicada en la revista científica Diario de Endocrinología encontraron que correr vigorosamente por menos tiempo (36 minutos a un 75 % más de frecuencia cardíaca) afectó los niveles de grelina más que correr más lento por más tiempo (55 minutos a un 50 % más de frecuencia cardíaca).

La temperatura también parece jugar un papel, ya que cuando hacemos ejercicio intenso durante mucho tiempo, nuestra temperatura corporal aumenta y, en consecuencia, no sentimos hambre.

Nuestro apetito por la comida suele permanecer limitado incluso después del final de nuestro entrenamiento, sin embargo, el tiempo que permanecerá así se ve afectado por la intensidad y la duración del ejercicio. Por lo general, las personas no sienten hambre hasta que su cuerpo vuelve a la normalidad.

El ejercicio breve y suave también puede reducir la sensación de hambre, pero no tanto como el ejercicio intenso y prolongado. Esto probablemente se deba a que la duración y la intensidad del entrenamiento no son suficientes para causar cambios notables en las hormonas y la sangre.

Recuérdalo…

Incluso si su objetivo de acondicionamiento físico incluye la pérdida de peso, es importante nutrir adecuadamente su cuerpo después del ejercicio, consumiendo proteínas para la recuperación muscular y carbohidratos para reponer el glucógeno. El glucógeno es una forma de carbohidrato que su cuerpo usa como combustible para entrenamientos intensos. Si te saltas las comidas después del entrenamiento, puedes sentir mucha hambre más tarde y comer en exceso.

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