Lentes de contacto: ¿la mejor alternativa a las gafas?

Los lentes de contacto son dispositivos médicos hechos de material plástico con ciertos colores similares a los del iris del ojo humano. Los lentes de contacto tienen aplicación ocular y funcionan según el mismo principio que los anteojos, es decir, para corregir los déficits visuales del globo ocular.

Además de la posibilidad de remediar patologías oculares, las lentes de contacto presentan ciertos aspectos que las convierten en una alternativa a las gafas. En la práctica médica, las lentes de contacto se utilizan para corregir la hipermetropía, la miopía, el astigmatismo o la presbicia. Pueden ser monofocales o multifocales, por lo que permiten obtener una agudeza visual óptima, con un amplio campo periférico, y la claridad de las imágenes visualizadas es independiente de la distancia desde la que mire el usuario.

La clasificación de las lentes de contacto incluye dos clases principales según el período en el que se pueden usar. Así, existen lentes de contacto que se pueden usar durante el día, y por la noche se deben quitar, limpiar y guardar en un líquido especialmente diseñado para este fin. Este tipo de lentillas se pueden cambiar a diario o reutilizar durante un mes con un mantenimiento adecuado.

La segunda categoría incluye lentes de contacto con uso prolongado, incluso durante la noche durante un período determinado según las recomendaciones del especialista, después del cual se cambiarán.

1.¿Cuál es el papel de las lentes de contacto?

La función principal del uso de lentes de contacto es la óptica, por lo que, también diseñadas con dioptrías entre -3,5 y +3,5, son recomendadas por médicos especialistas en oftalmología para corregir los déficits de visión más frecuentes (hipermetropía, miopía, astigmatismo). Asimismo, nuevas investigaciones en el campo de la oftalmología han llegado a la conclusión de que patologías oculares como el queratocono ( córnea adelgazada , físicamente transformada, que toma forma cónica, nubla la visión y provoca sensibilidad a la luz) o la anisometropía (grandes diferencias de dioptrías entre ambas ojos) se puede corregir mejor usando lentes de contacto en lugar de anteojos.

Hay situaciones médicas en las que se utilizan lentes de contacto durante un tiempo determinado con la función de terapia y para la protección de los globos oculares. Las infecciones bacterianas o virales que pueden afectar la córnea, el período posterior a la cirugía láser a la altura de los ojos son algunas de estas situaciones.

Otra situación en la que se utilizan lentes de contacto, aunque no existan patologías oculares, es la de las personas que quieren cambiar el color de su iris o enmascarar ciertas cicatrices a este nivel, tienen un papel estético en estos casos.

1.¿Quién puede usarlos?

Se pueden utilizar lentes de contacto, independientemente de las finalidades anteriormente mencionadas, pero previa consulta oftalmológica con un médico especialista y según sus recomendaciones. Según las investigaciones necesarias que se realicen, te prescribirá las lentillas adecuadas, determinará el número de horas que inicialmente las llevarás y en qué medida se incrementará este intervalo de tiempo, así como otros detalles de uso y mantenimiento. Al igual que las gafas graduadas, son personalizadas, adaptadas a cada persona, requieren controles periódicos y seguimiento de su funcionamiento.

1.Razones por las que no se pueden usar

Las personas que presentan alergias, diversas inflamaciones o infecciones en el globo ocular no pueden usar lentes de contacto. Lo mismo sucede con quienes presentan ojos secos por falta de película lagrimal o por el ambiente en el que trabajan con exposición frecuente a sustancias irritantes para los globos oculares (ambientes secos, polvorientos y ventosos).

Los padecimientos corneales de carácter degenerativo, infeccioso, la conjuntivitis o la blefaritis también son contraindicaciones para el uso de lentes de contacto. Además, las lentes de contacto no se recomiendan para niños menores de 10 años.

1.Lentes de contacto – pros y contras

En cuanto a los beneficios de usar lentes de contacto, son numerosos y muchas veces superiores a los que ofrecen los anteojos. En este sentido, las lentes pueden corregir defectos de visión en los que la diferencia de dioptrías entre los dos ojos es superior a 2/3 dioptrías, mientras que en el caso de las gafas esto no se puede conseguir. Otra ventaja es la provisión de un campo visual completo en comparación con el que ofrecen los anteojos.

Los deportistas que tienen enfermedades oculares o las personas que quieren practicar actividades deportivas, pero usan anteojos, pueden olvidarse de preocupaciones adicionales por su seguridad si usan lentes de contacto. A estas ventajas funcionales se suman las dadas por el confort estético, por el hecho de que permiten un uso más ligero del maquillaje en el caso de las mujeres, el uso de gafas de sol y, frente a las gafas, no empañan.

En el polo opuesto, las desventajas del uso de lentes de contacto se relacionan principalmente con su mantenimiento e higiene, por lo que requieren más atención en comparación con las gafas y controles oftalmológicos más frecuentes. El uso inadecuado de lentes de contacto de acuerdo con las instrucciones de cuidado que vienen con ellos puede causar queratitis. Esta es una patología infecciosa de la córnea que frecuentemente se manifiesta por dolor y malestar en los globos oculares.

El período inicial de acomodación puede causar molestias, irritación o sensación de sequedad en los globos oculares. Otro aspecto importante es la forma en que se asegura la oxigenación de la córnea, siendo su aporte de oxígeno proporcionado por el aire del ambiente, no por el flujo sanguíneo ya que su vascularización es casi inexistente.

La aplicación de la lente de contacto en la superficie de la córnea se convierte, en cierta medida, en una barrera entre ésta y el oxígeno del aire circundante, reduciendo la oxigenación. Para eliminar este riesgo, las nuevas lentes de contacto están hechas de hidrogel de silicona que permite que el oxígeno del aire penetre más fácilmente hasta la córnea.

También hay que prestar atención a la correcta elección de las lentes de contacto en cuanto a sus dimensiones, de modo que no sean demasiado apretadas para causar úlceras o demasiado anchas para deslizarse sobre el globo ocular cuando éste se mueve, provocando erosiones mecánicas.

.

Deja un comentario