¿Mal día? Haz que tu día sea mejor antes de que termine

Todos hemos tenido un mal día y muchas veces un día que empieza «mal» puede seguir empeorando en un día realmente malo. Esta es una experiencia común para la mayoría de las personas, pero ¿por qué un «mal» desayuno puede convertirse en un mal día? De hecho, hay muchas razones diferentes que se «esconden» detrás de este fenómeno. A veces ocurre el fenómeno «dominó», en el que un evento negativo sigue a otro. Al mismo tiempo, es posible que un evento negativo en las primeras horas que nos despertamos cree una atmósfera negativa, afectando negativamente nuestros pensamientos y sentimientos, ya que podemos enfocarnos más en los eventos negativos que en los positivos del día.

Cómo mejorar tu día

Algunos consejos útiles para mejorar un poco un mal día incluyen:

Habla con un buen amigo

Aquí el énfasis está en el adjetivo bueno, como si tratara de obtener el apoyo y la fuerza de alguien con poca habilidad para escuchar o que realmente no quiere ayudarlo, entonces es probable que se sienta peor. Hablar con un buen amigo y de confianza te permitirá compartir tus sentimientos o preocupaciones y él te entenderá. Entonces puede ayudarlos a encontrar una solución juntos, ya que puede manejar la situación con más calma y optimismo.

Enfócate en la gratitud

La gratitud tiene beneficios significativos para el manejo del estrés y el bienestar. También es más difícil concentrarse en los aspectos negativos cuando piensa en los aspectos positivos de su vida diaria. Intente contar unas diez cosas por las que está agradecido y luego concéntrese en ellas para ver cómo su día mejora repentinamente.

Ejercicio

Si estás teniendo un mal día, prueba a hacer ejercicio eligiendo el tipo de ejercicio que más te guste. La «explosión» de endorfinas y la liberación de tensión pueden ayudarte a superar las emociones negativas de un mal día.

Incluso unos pocos minutos de correr o caminar tranquilamente pueden ser suficientes para relajarse y al mismo tiempo mejorar su condición física.

Acepta el desafío

La forma en que ve e interpreta las situaciones realmente puede tener un gran impacto en su vida diaria.

La forma en que percibimos todo lo que nos rodea también afecta nuestro estrés, ya que podemos ver un evento desafortunado como algo que nos lo pondrá difícil o como algo que nos dará la oportunidad de evolucionar más.

Así que trate de ver cualquier evento desafortunado como un pequeño «desafío» e inmediatamente pensará en varias soluciones o métodos para resolver la situación. Lo mejor de todo es que no solo resuelves el problema de manera rápida y contundente, sino que al mismo tiempo no te afecta negativamente sino positivamente, ya que se fortalece tu autoestima al igual que tu moral.

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