10 características comunes que tienen las parejas felices

No todas las relaciones están destinadas a durar para siempre, y eso no es necesariamente algo malo. Cada separación es una lección que nos ayuda a comprender qué queremos de nuestra otra mitad, quiénes somos, qué nos molesta y qué nos emociona. Finalmente, en base a nuestras experiencias descubriremos qué es lo que realmente buscamos y qué es único para cada persona. Sin embargo, aunque no existe una “receta” exacta para una relación que perdure en el tiempo, los siguientes ingredientes son fundamentales.

10 características comunes que tienen las parejas felices

Confianza

Sin esta relación está condenado a la miseria. Recuerde: definitivamente debe estar atento a las señales de que su pareja no es confiable, pero en la mayoría de los casos la confianza es una opción, un salto al vacío durante el cual esperamos lo mejor. Ninguno de nosotros puede estar 100% seguro de que la persona que tenemos enfrente merece su confianza. Estamos obligados a atrevernos.

Solvencia

Muchas parejas han renunciado a la monogamia, optando por otros acuerdos por encima de lo que constituye la infidelidad. Sin embargo, la palabra clave es «acuerdo». Para que nuestro socio pueda confiar en nosotros, debemos seguir las reglas que hemos establecido juntos y discutir cambiarlas en caso de que ya no nos cubran.

«Creer»

Ya sea una cuestión de religión o política, si hay una brecha entre sus visiones del mundo, es probable que la relación no sobreviva. Aunque de momento consigas salvar la distancia, si en algún momento tienes hijos el problema se agudizará aún más.

Acuerdo sobre el tema de tener hijos

Dicho esto, si desea o no tener hijos también es un tema extremadamente importante. Y, desafortunadamente, si está seguro de que no está de acuerdo y que es probable que ninguno de los dos cambie de opinión, cuanto antes se separen, mejor para los dos.

Contacto

No tienes que lucir así para comunicarte adecuadamente. Lo importante es estar preparados para compromisos y concesiones, no basadas en quién tiene razón y quién no, sino en cómo ambos se sentirán más cómodos.

Estilo de vida

Dijimos, no tienes que ser tú mismo, pero si uno se imagina que dentro de diez años vivirá en una granja en la montaña y el otro se imagina trabajando en Berlín, las probabilidades probablemente no estén de su lado.

Sinceridad

No siempre es fácil, pero es una manera de construir una relación sana. Por supuesto, esto no significa que tengan que decirse cosas que saben que causarán dolor innecesario.

Responsabilidad

Tanto hacia la relación como hacia la vida. En pocas palabras, si uno de ellos paga todas sus facturas el primer día del mes, mientras que el otro solo recuerda cuándo se corta el suministro eléctrico, sus obligaciones comunes probablemente no se repartirán por igual.

Intereses

Una vez más, no tienen que ser comunes. Sin embargo, si ambos no son igualmente activos, es posible que uno de ellos se aburra en algún momento o sienta que el otro lo está «frenando».

Gestión financiera

Puedes tener grandes diferencias en tus ingresos y todo va bien. Pero si ahorras para un momento difícil y él quisiera que los cincuenta euros fueran toallas, en algún momento ambos os indignaréis.

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