Alimentación emocional: Los secretos para frenarla

Cuando estamos estresados, comer puede parecer la mejor manera de manejar nuestras emociones, incluso cuando nos sentimos solos o tenemos una sensación general de ansiedad. En otras palabras, «caemos» en… alimento emocional.

Alimentos y efectos emocionales

El problema en este caso es que el comer emocional es un hábito difícil de romper, con la consecuencia inmediata de comer en exceso. Especialmente cuando está tratando de mantener su peso, comer emocionalmente puede ser un gran obstáculo.

El estrés, en cambio, libera cortisol y la comida puede hacernos sentir mejor, aunque sea por un rato, ya que ofrece una especie de recompensa y placer. Sin embargo, la comida en realidad no «neutraliza» el estrés.

Para hacerle frente y gestionarlo adecuadamente no debes olvidar lo siguiente:

* Comidas pequeñas y frecuentes

Cuanto más tiempo pase con el estómago vacío, es más probable que coma más alimentos de los que necesita, ya sea que esté estresado o no. Entonces, en lugar de comer en exceso en un momento u otro, trate de comer comidas balanceadas y refrigerios cada tres o cuatro horas.

Los intervalos regulares lo ayudarán a controlar el tamaño de sus porciones y limitar la alimentación emocional.

* Concéntrate en tu plato

Cuando coma, es importante estar conscientemente presente y no dejar que su mente divague en problemas u otras preocupaciones. Algunas formas fáciles de concentrarse en su comida y disfrutarla incluyen:

  • Come despacio y a propósito.
  • Tome algunas respiraciones profundas antes de comenzar a comer para aliviar la tensión.
  • Deja los cubiertos entre bocado y bocado.

* El objetivo es el equilibrio

Los alimentos reconfortantes bien conocidos ciertamente no incluyen zanahorias o brócoli, sino alimentos más calóricos como dulces o comida al aire libre.

Las opciones con azúcar y grasa adicionales pueden «adormecer» sus emociones, pero al mismo tiempo aumentan su nivel de azúcar en la sangre, haciéndole sentir hambre muy pronto. Así que apunta a una dieta equilibrada, rica en proteínas y fibra, ya que se digieren más lentamente.

Esto no quiere decir que no puedas disfrutar de un postre, pero es importante mantener el equilibrio y la moderación en tus elecciones.

Deja un comentario