Ataques de pánico. ¿Qué hacer cuando experimentas estos estados?

Cada vez escuchamos más a menudo esta combinación de palabras: ataque de pánico. Pero mucha gente no sabe realmente qué es un ataque de pánico, y aunque lo haya experimentado, no se ha dado cuenta de lo que pasó y, sobre todo, que existen técnicas que pueden ayudar en el momento, en el manejo estos estados bastante desagradables.

Primero veamos: ¿qué es un ataque de pánico? Es un estado psicológico que se manifiesta por un aumento repentino de la sensación de miedo y ansiedad. Un ataque de pánico puede ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar y le puede pasar a cualquiera. Durante 5 a 30 minutos, lo que puede durar un ataque de pánico, la persona siente un estado similar a un ataque al corazón.

¿Cuáles son los síntomas más precisos que definen un ataque de pánico? Como resultado de la percepción del peligro, real o imaginario, el nivel de adrenalina en la sangre se eleva repentinamente, trayendo consigo latidos cardíacos fuertes y frecuentes, vértigo, desmayos y la sensación de que vas a caer o incluso morir. Aunque los peligros estén solo en tu cabeza, y no tengan nada en común con la realidad, la imaginación los perfila como reales y terminas experimentando estados muy desagradables, tanto mental como físicamente.

Para que quede más claro, aquí hay un ejemplo: una persona que viaja en avión y experimenta un miedo a este tipo de viajes, en algún momento, si aparecen zonas de turbulencia durante el vuelo, lo percibirá como la caída del avión. Muy a menudo no hay necesidad de turbulencias en el vuelo porque, bajo el impulso del miedo que da la incertidumbre de la situación, la persona sufrirá un ataque de pánico.

1.¿Qué puedes hacer cuando sientes que estás teniendo un ataque de pánico?

Lo primero es darte cuenta de que lo tienes. Puede sonar simple, pero cuando tratas de ordenar tus pensamientos que van de un peligro a otro, se vuelve bastante difícil. Muchos dicen que si te repites a ti mismo: es solo un ataque de pánico que pasará, puedes recuperarte y manejar la situación por tu cuenta. Porque el momento clave en el que comprendes que esto es fugaz, te ayuda mucho y aumenta la sensación de seguridad.

Cierra los ojos y quédate así por un rato. A veces, un ataque de pánico puede desencadenarse por emociones que lo inundan. Si cierras los ojos, bloquearás los estímulos que provocan tu ataque de pánico y así podrás concentrarte en tu estado interior.

Haz ejercicios de respiración. Inhala por la nariz lo más profunda, lenta y fácilmente que puedas. Exhala con la misma facilidad y lentitud por la boca. Algunas personas dicen que contar hasta cinco con cada inhalación o exhalación contribuye en gran medida a calmarlos. Otros recomiendan respirar a través de una bolsa de plástico sobre la boca.

Centrarse en un objeto. Elige un objeto y describe en tu mente su forma, color, cualidades y funciones. Así, distraerás al cerebro del procesamiento de tus miedos y el pánico irá desapareciendo poco a poco.

Actualmente, se desconocen las causas exactas de los ataques de pánico. Los especialistas han llegado a la conclusión de que este trastorno psicológico puede ser genético, es decir, puedes heredar de tus padres una tendencia a la ansiedad, estados depresivos y ataques de pánico.

Sin embargo, si experimenta esta condición con frecuencia, debe contactar a un psicoterapeuta. Por regla general, se necesitan sesiones de psicoterapia en las que se estudien sus patrones y se establezcan los métodos psicológicos mediante los cuales el afectado pueda librarse de estos estados. Muy raramente, también es necesario el tratamiento farmacológico, pero a menudo las sesiones de trabajo con el psicoterapeuta son suficientes.

 

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