Cómo dejar atrás los pensamientos negativos

Cuando se trata de heridas externas, tratarlas suele ser sencillo. Sin embargo, lidiar con los procesos de pensamiento no es tan fácil, especialmente si provienen de un sentimiento general de ansiedad, depresión u otro problema. salud mental. Los patrones de pensamiento negativos pueden abrumar sus pensamientos mucho antes de… mostrar sus molestos «signos».

Las estrategias que funcionarán tienden a variar según el individuo, según la situación que está viviendo y los factores que pueden desencadenar un pensamiento negativo. Sin embargo, cambiar la forma en que piensas es una de las prácticas más comunes y exitosas de las que puedes deshacerte. Cambiar la forma de pensar significa que estás renunciando conscientemente a una forma de pensar establecida.

Puede parecer difícil, pero puedes hacerlo probando lo siguiente:

«Debería…» VS «Trataré de…»

Para detener la forma de pensar establecida, sería bueno reevaluar la forma en que piensas sobre una situación o incluso solo tu forma de pensar, reemplazándola por otra más positiva o al menos beneficiosa. Es como «reprogramar» las sinapsis de tu cerebro para superar los patrones negativos, que te llevarán a otros pensamientos más negativos. En realidad, es la anulación de muchos comportamientos negativos que ha aprendido o adoptado durante su vida.

Este cambio mental es crucial para reducir el estrés y combatir los pensamientos que a menudo son agotadores, y puede comenzar reconociendo primero el pensamiento negativo automático. Entonces, si los pensamientos contienen la palabra «debería», sería bueno hacer una pausa y reemplazarla con el verbo activo «puedo» o «intento». Incluso si la intención detrás de tu energía es buena, la palabra «debería» puede causarte culpa, llevándote a una espiral de pensamientos negativos. A veces, la sensación de que tienes que hacer algo añade un estrés innecesario, y finalmente termina posponiendo o evitando una actividad u obligación por completo.

Descomposición de pensamientos negativos automáticos

Detrás de tus «debes» pueden estar los conocidos pensamientos negativos automáticos. Nuestro primer pensamiento se define como automático cuando experimentamos una fuerte emoción o una fuerte reacción en respuesta a un evento. Son más un «reflejo» que un pensamiento libre y pueden ser persistentes, a menudo repitiendo problemas relacionados con el peligro o el miedo. Para poder identificarlos y luego controlarlos, es importante analizar el tema que le interesa en tres subfactores:

La situación:

Es importante centrarse en los factores reales de una situación. Puede comenzar preguntándose quién estaba con usted cuando sucedió algo, dónde y cuándo sucedió. Esto te ayudará a imaginar lo que realmente sucedió en base a la lógica y no a tus sentimientos.

Tu humor:

Sería bueno entonces centrarse en cómo se siente acerca de un problema. Haz una lista de tus sentimientos, ya que esto te ayudará a separarlos de los hechos reales. Con el tiempo, podrá identificar los factores que pueden causarle ansiedad generalizada o incluso estrés.

¿Cuál fue tu primer pensamiento?:

Reconocer su primer pensamiento es especialmente importante, ya que probablemente sea el negativo automático. Si este escenario es cierto, separe los hechos de sus emociones y prepare un plan de acción, siguiendo pasos lógicos.

* En cualquier caso, si los pensamientos negativos te abruman o dificultan tu día a día, consulta a un psicoterapeuta.

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