Demencia Senil: Causas, Síntomas Y Tratamientos

Lo cierto es que la demencia no se trata como otras enfermedades, en las que un medicamento o una operación pueden aliviarnos de su peso. Sin embargo, con la ayuda de medicamentos e intervenciones psicosociales ofrecidas por especialistas (neurólogos, psicólogos, etc.) se puede ayudar a la persona y se puede retrasar el empeoramiento de la demencia. Además, debemos recordar en todo caso que la demencia tiene etapas y que su diagnóstico no significa que la persona diagnosticada se encuentre en la etapa final.

El envejecimiento es un hecho que tendremos retraso mental.

verdad y mito

No es cierto que al crecer tendremos problemas con nuestra memoria. Sin embargo, se espera que todas nuestras funciones mentales tengan un declive normal a medida que pasan los años, pero esto no significa que el deterioro sea tal que no podamos funcionar con normalidad e independencia en nuestra vida diaria. Lo más habitual es que a medida que envejecemos nos resulte difícil aprender cosas nuevas, retener información nueva, así como reducir la velocidad con la que podemos procesar los datos.

Olvidar los nombres es el principio de la demencia

Mito

Tener dificultad para recuperar información, por ejemplo el nombre de un actor o una palabra mientras “lo tenemos en la punta de la lengua”, es bastante común y no preocupante, ya que por supuesto no ocurre con tanta frecuencia como para afectar nuestro funcionamiento diario. . Por otro lado, sería inquietante olvidar los nombres de nuestros hijos o personas cercanas con las que tenemos contacto frecuente.

Generalmente, cuando olvidamos muchas y a menudo, incluso insignificantes, cosas en nuestra vida diaria y nuestra memoria se deteriora en poco tiempo, entonces necesitamos hacer una prueba de memoria. También es preocupante que tengamos dificultades para realizar actividades automatizadas, como desorientarnos de camino a casa, hacer la vista gorda en la cocina, confundir los ingredientes al cocinar o no poner algo en una receta que hacemos a menudo.

No hay cura para la demencia

verdad y mito

Sí, de momento no existe cura, aunque los fármacos existentes pueden aliviar los síntomas de la enfermedad. Pero ahora existen fármacos que pueden retrasar el desarrollo, pero también intervenciones psicosociales, como el empoderamiento mental, que ejercitan nuestras funciones mentales.

El empoderamiento mental incluye ejercicios que ayudan tanto a prevenir como a retrasar la abstinencia.

Dependiendo del nivel mental de cada persona, pero también del estadio de demencia en el que nos encontremos, elegimos actividades como crucigramas, Sudoku, criptomonedas, ejercicios con anagramas o listas de palabras (p. ej. buscamos las palabras que empiezan o terminar con una letra específica), ejercicios aritméticos, etc.

Incluso hacer un cuadro o un rompecabezas, hacer las tareas del hogar, jugar un juego de mesa, dar un paseo, cantar una canción, etc. Son actividades creativas que potencian las funciones mentales.

La demencia es una simple pérdida de memoria, mientras que la enfermedad de Alzheimer es un problema grave.

Mito

La demencia es un término general (paraguas) que usamos para describir el retraso mental. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia. Existen otras formas, como la demencia vascular, la demencia frontotemporal, etc.

Leer ayuda a evitar la demencia

Verdad

Mantener nuestra mente activa nos ayuda a prevenir y/o retrasar la demencia o su empeoramiento. El uso de la mente, la educación, la lectura, el aprendizaje de cosas nuevas nos ayudan a construir una reserva mental de que cuanto mayor sea el pronóstico de la demencia, mejor.

Los estudios muestran que las personas con un alto nivel educativo, que han elegido ocupaciones mentalmente exigentes y al mismo tiempo participan en una variedad de actividades, tienen entre un 35 % y un 40 % menos de probabilidades de desarrollar los síntomas característicos de la enfermedad de Alzheimer.

Esto significa que aunque su cerebro se vea afectado por la enfermedad, podrá -gracias a la reserva mental que ha creado a lo largo de los años- compensar los cambios que se producirán, con el resultado de que algunas de estas personas ni siquiera ser diagnosticado con la enfermedad, ya que nunca manifestará sus síntomas en su vida diaria.

No necesitamos confrontar a la persona que no recuerda

Verdad

Cuando tratamos con una persona con demencia, debemos mostrar empatía y comprensión en su lugar. Es importante entender que las personas con demencia viven solas una realidad que puede diferir de la nuestra.

Si alguien se muestra agresivo o molesto, lo ayudaremos investigando qué le irrita, molesta y/o perturba en su entorno. Esto lo lograremos observándolo y preguntándole y luego tendremos que tratar de lidiar con eso.

En cualquier caso, debemos ser conciliadores, pacientes y no confrontados. La prioridad es calmar a la persona con demencia que está confundida y restaurar la situación a una funcionalidad y calma.

Por ejemplo, podemos distraerlo e intentar discutir u ocuparlo con algo que sea fácil y le guste.

Mi padre ya no se acuerda de mí, así que no vale la pena visitarlo.

Mito

Definitivamente es frustrante ver a nuestro padre, a nuestra madre, a nuestra pareja mirándonos y no reconociéndonos, sobre todo cuando notamos que recuerda hechos pasados ​​de su infancia.

Sin embargo, para las personas con demencia también es importante la presencia y el contacto con las personas cercanas, pues aunque no las reconozcan, la emoción parece permanecer activa hasta la etapa final de la enfermedad, por lo que su presencia genera calma, seguridad. y placer

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