Un estadounidense de 30 años tiene 3 veces más probabilidades de morir que un europeo de su edad. Y la verdad es que la ventaja de la longevidad de los europeos no se detiene a una edad temprana, pero los estadounidenses tienen peores puntuaciones a cualquier edad y, a medida que pasan los años, la ventaja de la longevidad de Europa crece.
Se estima que 1 de cada 4 estadounidenses muere simplemente porque no vive en Europa. Los expertos han hecho muchos intentos de explicar la desventaja estadounidense de la longevidad. Después de todo, esta es una gran paradoja ya que Estados Unidos es un país desarrollado y rico y todos sabemos que la prosperidad económica de un país afecta la esperanza de vida de sus ciudadanos.
En un país rico y desarrollado, los ciudadanos tienen acceso más directo a servicios de salud de alta calidad, mejores condiciones de vida, un medio ambiente más limpio, información sobre salud, nutrición y hábitos que contribuyen a la longevidad, están más eficazmente protegidos por la ley, hay mayor seguridad, menor crimen y corrupcion etc
Sin embargo, a pesar de que los Estados Unidos de América son un país próspero, son una excepción a esta regla y sus habitantes tienen una expectativa de vida promedio más baja que los europeos occidentales, pero también los ciudadanos de varios otros países desarrollados, como Japón, el Canadá, Australia, Nueva Zelanda, etc.
Según las últimas cifras publicadas por la OMS (Organización Mundial de la Salud), el hombre estadounidense medio vive una media de 75 años y una mujer hasta 80 años.
En Europa occidental, por el contrario, los hombres tienen una esperanza de vida media de 77 años y las mujeres de 83 años. Aunque no se han encontrado los culpables absolutos, se han identificado tres causas principales.
Es importante conocerlos porque están absolutamente relacionados con la perspectiva de longevidad. Una causa de muerte muy importante en los EE. UU. es la gran cantidad de adultos obesos en el país. En 2016, el 40 % de los adultos estadounidenses eran obesos, cifra superior a la media europea.
Los expertos estiman que estos altos niveles de obesidad pueden ser responsables del 55% de la reducción en la esperanza de vida estadounidense en comparación con otros países. La causa de la obesidad es principalmente la dieta de muy mala calidad de los estadounidenses, que suelen optar por alimentos procesados y envasados.
Por supuesto, este estilo de vida y dieta aumenta muchos factores de riesgo, como la hipertensión y la diabetes, que se asocian con muerte prematura, problemas cardiovasculares y mala salud en general.
Los accidentes, el alcohol y las drogas provocan la muerte prematura
Una de las principales razones por las que los estadounidenses van a la zaga de los europeos en términos de longevidad son las muertes por sobredosis de drogas, lesiones y asesinatos (principalmente a punta de pistola), así como accidentes automovilísticos.
Así, todo tipo de accidentes se consideran la primera causa de muerte en personas de 1 a 44 años. Hay muchas más muertes relacionadas con las drogas en los Estados Unidos que en otros países ricos, y estas muertes se han disparado en el siglo XXI.
Qué ocurre; Una de las razones es que en la década de 1990, las grandes compañías farmacéuticas promovieron sus analgésicos sin la supervisión estatal adecuada, lo que aumentó las recetas de opioides.
Aunque más tarde se introdujeron reglas y prohibiciones, el daño ya estaba hecho. El uso ilegal de opioides ha aumentado dramáticamente, especialmente en áreas con niveles de vida y educación bajos. Teniendo en cuenta que tanto los suicidios como las muertes por alcohol aumentaron, se hace evidente que el país atraviesa una crisis de desesperación.
Una teoría es que esto se debe al desempleo entre personas principalmente sin educación universitaria, pero que tenían trabajos bien pagados en fábricas, que ahora han cerrado. Constituyen el grupo cuyas tasas de mortalidad han aumentado drásticamente en el siglo XXI.
La salud no es un bien público
Como probablemente sabemos, los EE. UU. no tienen un sistema nacional de salud pública. Las investigaciones han demostrado que la expectativa de vida promedio de los estadounidenses sería 3 años más alta si tuvieran un sistema nacional de salud que brindara al menos una calidad de atención básica para todos.
La falta de un sistema nacional de salud hace que los más pobres y/o con menor nivel educativo gocen de peor salud ya que invierten -por desconocimiento pero también por dificultades económicas- menos tanto en prevención como en tratamiento.
