Instintos nutricionales en los niños – ¿Por qué confiar en ellos?

Los niños pequeños quieren ser cada día más independientes. Esta independencia se manifiesta en todos los aspectos de sus vidas desde querer vestirse y elegir lo que quieren comer cuando quieren comerlo. Aunque puede que no sea el momento más conveniente cuando quieren comer, los niños escuchan lo que su cuerpo quiere a través de una nutrición intuitiva, algo que la mayoría de los adultos han olvidado cómo hacer. Los niños pequeños «escuchan», como nos dicen los expertos, sus instintos alimenticios.

¿Por qué confiar en los instintos nutricionales de los bebés?

Algunas de las razones principales incluyen:

Los niños pequeños saben cuándo tienen hambre

Los niños pequeños aún no han asociado las emociones con la comida. Por lo tanto, querrán comer cuando su cuerpo necesite combustible.

El momento en que los niños pequeños tienen hambre no siempre coincide con el momento de la alimentación. Si bien esto puede ser frustrante para los padres, si escuchan a sus bebés y les ofrecen comida cuando tienen hambre, les inculcará la comida intuitiva. Y cuando eso sucede, nace una relación sana con la comida.

Los niños pequeños saben si están llenos

Cuando los niños pequeños han comido, ya sea una gran comida o no, probablemente estén realmente llenos, si te dicen eso, nos dicen los expertos. Debido a que los niños pequeños escuchan sus cuerpos, saben cuándo tienen hambre y cuándo no. Por lo tanto, en los días en que no comen mucho, es más probable que coman para compensar la comida perdida.

Si se les permite seguir sus instintos de hambre, los bebés tendrán una relación sana con la comida y dejarán de comer cuando estén llenos en lugar de seguir comiendo porque se les dijo que lo hicieran cuando crecieran.

No hay alimentos «buenos» y «malos»

Los niños pequeños ven la comida como una forma de evitar que se les revuelva el estómago y una forma de darles energía para realizar las actividades que desean realizar.

No lo ven como comida «buena» o «mala». Más bien, es la comida con la que les gusta o no quieren tener nada que ver. Según los expertos, la comida no tiene ni debe tener “valor moral” para los niños. En cambio, debe considerarse como algo que debe consumirse con moderación.

Y si a los niños pequeños se les enseña esto desde una edad temprana, a medida que crezcan y reconozcan que nada está prohibido y que deben disfrutar de todo, es menos probable que vean la comida como algo diferente de lo que realmente es.

Deja un comentario