La mayoría de las personas cuando tratamos de perder peso tendemos a controlar nuestro progreso con la ayuda de balanzas. Pero cuando nos pesamos a diario, notamos que el número en nuestra balanza cambia significativamente de un día a otro. Y aunque a veces podemos descubrir fácilmente qué hay detrás de este cambio (por ejemplo, las hamburguesas que comimos la noche anterior), otras son responsables de factores que quizás no hayamos considerado.
¿Cuándo nos miente la balanza?
Cuando esperamos o tenemos la regla
Probablemente no haya mujer que se haya pesado en los días previos o durante su período y no se haya sentido intimidada por el número que vio en la balanza. Este aumento de peso se debe a la retención de líquidos y varía de mujer a mujer, es decir, puede ser desde un mínimo hasta más de 2 kg. En todo caso se trata de una condición pasajera, a menos que los síntomas de nuestra regla nos lleven a comer en exceso que aumente nuestro peso de manera permanente.
Cuando hemos comido alimentos ricos en sodio
Los alimentos ricos en sodio pueden provocar retención de líquidos y, en consecuencia, aumentar nuestro peso de forma temporal. Una dieta rica en sal provoca la forma más común de retención de líquidos y es responsable de esta acción de la sal, su ingrediente principal, el sodio, que juega un papel importante en la regulación de la presión arterial y el equilibrio de líquidos corporales. Si bien una pequeña cantidad de sodio es necesaria para estas funciones, la ingesta excesiva de sodio provoca la activación de varios mecanismos que conducen a la retención de líquidos. Incluso si evitamos la sal en nuestra cocina, el sodio está escondido en muchos alimentos estándar, como papas fritas, galletas saladas, comida enlatada, comida rápida, fiambres y quesos.
Cuando hemos comido alimentos ricos en hidratos de carbono
El consumo de hidratos de carbono también puede conducir a la retención de líquidos y, en consecuencia, a un aumento de nuestro peso corporal. Considere que como
