Límites – Necesario en cualquier relación – Cómo aprender a ponerlos

Algunas personas se sienten culpables cada vez que tienen que negar algo, por lo que reprimen sus «deseos» y sus sentimientos, para no verse «mal» y entristecer a quienes les rodean. Si tiene la tendencia a hacerlo, es extremadamente importante que aprenda a establecer límites en sus relaciones personales y profesionales.

Según los expertos, los límites son necesarios para protegerse y escudarse de los problemas externos, mientras mantiene su salud mental.

¿Por qué a algunas personas les resulta difícil establecer límites?

No existe una respuesta única para todas las razones por las que a algunas personas les resulta difícil establecer límites. Puede tener que ver con su personalidad, su edad, la forma en que crecieron, sus roles o incluso la presión social.

Por ejemplo, a uno le puede resultar difícil decir «no» a las demandas de los compañeros, familiares, amigos y del empleador, porque cree que si se niega, traicionará sus expectativas y los decepcionará. O puede que le haya enseñado un niño que el «no» hace frágil una relación y que cada vez que niega algo la relación se tambalea, se daña la confianza y la buena imagen que los demás tienen de él. En otras palabras, puede que le resulte difícil estropear «hatri» en los demás o puede querer ser amado por todos, sacrificando los suyos «quiero».

Cómo aprender a establecer límites

Los padres deben ayudar a su hijo a aprender sus propios límites para que pueda establecer límites para los demás. En cualquier caso, aunque tu entorno familiar no te haya enseñado a poner límites, puedes adquirir este rasgo en tu vida adulta. Primero necesitas conocerte a ti mismo y tus necesidades y luego encontrar el coraje para reclamar lo que quieres y alejarte de lo que no quieres. Para lograrlo debes aprender a comunicarte, a juzgar, a discutir pero también a no tener miedo a los desacuerdos. Por supuesto, siempre hablamos de desacuerdos que se hacen con respeto mutuo y no con arrebatos de ira.

Los siguientes consejos pueden ayudarlo en esta dirección.

No entre en una posición defensiva

No te pongas en una posición defensiva cada vez que te pongas límites o niegues algo. Si algo te molesta o no te conviene, no necesitas dar una serie de explicaciones para convencer al otro de tu decisión. Por supuesto que puedes explicar por qué estás negando algo pero no necesitas detalles detallados («Hoy no podré salir contigo porque no tengo tiempo»). No es necesario que analices tu horario ni te disculpes por ello.

Dilo enfáticamente

No es necesario que diga un rotundo «no» para establecer sus límites. Puedes usar más palabras para expresar el mismo significado (p. Ej. ¡Desafortunadamente, es imposible para mí! ¡Lástima que no es posible! ¡No podré hacerlo!), Sin que al mismo tiempo se vuelva brusco.

Empiece por lo más simple

La próxima vez que se le pregunte en una tienda si desea obtener una tarjeta de membresía o que le muestren algo (y no desea), no es necesario que diga «sí» para no enojarse. Al decir «no, gracias» más a menudo en interacciones simples y cotidianas, podrá decirlo sobre temas más importantes.

Deja un comentario