Meditación: la mejor forma de empezar el día

Parece que el ritmo acelerado, que caracteriza la mayor parte de nuestros días, es un requisito de la vida cotidiana moderna, desde el momento en que apagamos el despertador hasta el momento en que nos quedamos dormidos. La rutina diaria generalmente comienza con un movimiento brusco para levantarse y luego comienza la controvertida multitarea, que puede incluir revisar mensajes y correos electrónicos mientras nos lavamos los dientes, incluso ordenar la oficina mientras actualizamos nuestro plan por día. Aunque esta estrategia parece funcionar, en realidad puede que tengamos que pensárnoslo dos veces y recurrir a la meditación…

¿Por qué tenemos que «cortar» la velocidad?

Si empiezas tu día con prisa, entonces es muy probable que sigas así hasta el final. Como mínimo, esto es lo que dicen los investigadores, que enfatizan que es importante tomarse unos minutos cada mañana para comenzar bien el día. Una forma de «bajar la velocidad» y mantener un ritmo armonioso a lo largo del día es la meditación, que nos ayuda a mantenernos enfocados en el presente, sin correr imaginativamente hacia escenarios futuros.

Además de esta valiosa ralentización, la meditación proporciona muchos beneficios. Incluso si tiene un día difícil con muchas responsabilidades, la meditación puede aumentar su concentración, reducir el estrés y darle un impulso relajante. Incluso puede ayudar a aliviar el estrés, la depresión, el insomnio y el dolor. Esto se debe a que la meditación puede cambiar la forma en que funciona su cerebro, lo que afecta la forma en que maneja el estrés, que desafortunadamente es una parte integral de la vida cotidiana.

¿Podrías empezar tu día con meditación?

Así que en lugar de apresurarte, trata de comenzar tu día relajándote y verás que después de estos cinco minutos, te sentirás mejor preparado y más optimista para enfrentar el nuevo día que tienes por delante. Una toma indicativa que podría probar incluye:

Configure un temporizador durante cinco minutos y siga los pasos a continuación hasta que suene. Luego continúa con tu rutina:

  1. Mientras está acostado o sentado, cierra tus ojos y deja que tus manos descansen naturalmente en el costado o donde te sientas más cómodo. Comienza a inhalar y exhalar lentamente por las fosas nasales y concéntrate en esta sensación. Tome cinco respiraciones profundas. No te preocupes por tus pensamientos, concéntrate solo en tus respiraciones.
  2. Continuar con este patrón de respiración, pero enfócate en el punto arriba y entre tus ojos. Tome otras cinco respiraciones.
  3. Ahora coloca tus manos sobre tu pecho. Tomar una respiración profunda por la nariz y exhala por la boca. Concéntrese en los altibajos de su pecho y tome cinco respiraciones controladas.
  4. Σmantén tus manos a un lado y continúa con este patrón de respiración, pero regresa tu atención al área arriba y entre los ojos. Tome cinco respiraciones lentas.
  5. Pon tus manos en tu estómago mientras sigues inhalando por la nariz y exhalando por la boca y concéntrate en la subida y bajada del abdomen. Tome cinco respiraciones profundas.
  6. Pon tus manos a los lados y continúa con este patrón de respiración, pero enfócate en el área arriba y entre tus ojos. Toma otras cinco respiraciones profundas.

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