Peleas: ¿Cómo benefician su relación?

Incluso si tu pareja es tu otra mitad, seguramente admitirás que las peleas entre ustedes suceden muy a menudo. Y según los expertos, esto no es necesariamente algo malo, ya que parece que, cuando se hace con frecuencia, puede renovar la relación y estimular la conexión entre ustedes.

Las peleas tienen sus ventajas.

Cuando se hace bien, pelear tiene una experiencia de aprendizaje para usted y su pareja que ayuda a mejorar su relación.

Significa que te interesa la relación.

Las peleas son una señal para determinar si tu pareja todavía está contigo por mucho tiempo. El camaradas que están dispuestos a pasar por el incómodo punto del desacuerdo y la pelea continúan invirtiendo en el éxito de su relación.

Fortalecen la conexión entre ustedes.

Cuando los socios pelean en condiciones que permiten una expresión honesta y abierta, sin palabras duras, pueden fortalecer su vínculo.

Con ambos socios involucrados activamente en la resolución de la disputa, es reconfortante saber que las disputas se pueden manejar con madurez y sin arriesgar el futuro de la relación.

Conozca más sobre su socio

En algún momento del proceso de expresar sus quejas y aclarar cualquier duda que tenga su pareja, ambos aprenden algo nuevo el uno del otro. Al mismo tiempo, no olvide que no importa cuánto tiempo estén juntos, ambos cambian y evolucionan, por lo que tiene sentido tener nuevos hechos para descubrir el uno al otro.

Recuerda la época de crisis..

Recuerda que te encanta: No importa cuán irritados o molestos estén, no deben tratarse como enemigos. Ten presente cómo es tu contacto en circunstancias normales y, si puedes, recuérdale de vez en cuando que lo amas.

No hagas hoy lo que puedas posponer para mañana: Incluso si meditas durante diez años, eres humano. En algún momento la tensión ganará y no te permitirá mostrar lo mejor de ti mismo, especialmente si tu pareja no está ayudando con su comportamiento.

Observe su cuerpo en busca de señales de que las cosas han llegado a un callejón sin salida. Tales son la taquicardia, la opresión en el estómago, las manos que se estremecen y tiemblan. Pídele que interrumpa la conversación durante unos minutos o incluso hasta el día siguiente.

Aprovecha el tiempo: Para algunos de nosotros, estos descansos pendencieros recuerdan la tortura.

Desafortunadamente, esto es algo que tenemos que superar. En lugar de pensar una y otra vez en lo que se dijo en ese momento o en cualquier cosa que haya salido mal en su relación durante los últimos cuatro años, use este período de calma para evitar la tormenta que se avecina.

Haz cosas que te relajen, especialmente si implican movimiento, y trata de despejar un poco tu mente para poder reanudar la conversación desde un punto mejor la próxima vez.

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