Sandía VS Melón: ¿Quién gana en la comparativa?

En verano cuando pensamos en la palabra “fruta” nuestra mente automáticamente se va a la sandía y al melón, que son sin duda las frutas del verano. Una pregunta que se hace a menudo es «¿cuál de los dos debemos preferir como el más saludable?». La respuesta por supuesto es ambas, ya que nos ofrecen muchos e imprescindibles ingredientes y agua. Son un poco «incomprendidas», ya que su sabor dulce las ha catalogado injustamente como frutas «de engorde».

Pero lo cierto es que no tienen muchas calorías, porque contienen mucha agua, a la vez que nos aportan otros muchos e importantes ingredientes. Entonces, ¿cuál de los dos es mejor?

Valor nutricional

En cuanto al valor nutricional, el melón es rico en potasio y antioxidantes, como la vitamina C y el β-caroteno, lo que ayuda a fortalecer las defensas del organismo y lo protege de enfermedades cardiovasculares y diversas formas de cáncer. Además, contiene altas cantidades de adenosina, una sustancia con propiedades anticoagulantes que actúa de forma protectora frente a los accidentes cerebrovasculares. Por último, entre los nutrientes del melón destaca la vitamina B6, que es fundamental para el buen funcionamiento del sistema nervioso.

El sandía contiene importantes cantidades de potasio, vitamina C y vitamina A, mientras que su alto contenido en agua contribuye a una mejor hidratación del organismo. Al mismo tiempo, es rico en licopeno, un ingrediente que tiene un fuerte efecto antioxidante y que muchos estudios han relacionado con la reducción del riesgo de varios tipos de cáncer, especialmente el cáncer de próstata. También contiene citrulina, un aminoácido que se convierte en el cuerpo en arginina, que es uno de los aminoácidos esenciales para el cuerpo y contribuye a una mejor función vascular y una mejor circulación.

Sin embargo, en comparación, el melón es significativamente superior al potasio, que necesitamos en verano porque lo perdemos con el sudor. También tiene más fibra, así como vitamina C y ácido fólico. En cuanto a su contenido calórico es bajo y casi igual. Si se consume en cantidad «controlada», tanto la sandía como el melón tienen que ofrecernos valiosos nutrientes con un bajo «coste» energético.

* Agradecemos por la cooperación al Sr. Haris Georgakakis, dietista-nutricionista clínico, MSc en Nutrición Clínica, vicepresidente de la Fundación Helénica para la Salud y Nutrición Cardiovascular

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