¿Te encanta la siesta? Está en tus… genes

La frecuencia con la que una persona duerme durante el día, que puede incluir desde unos pocos minutos hasta nada, la conocida siesta está en parte regulada por sus genes, según nueva investigación realizada por investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH) y publicado en Nature Communications.

Para este estudio, que es el más grande de su tipo, el equipo de investigación de MGH trabajó con otros investigadores de la Universidad de Murcia en España y muchas otras instituciones para identificar docenas de regiones genéticas que gobiernan la tendencia de las personas a dormir durante el día.

La siesta es polémica

«El almuerzo es un poco controvertido», dice el Dr. Hassan Saeed Dashti, coautor del estudio del Centro MGH de Medicina Genómica.

Dr. Hassan Saeed Dashti señala que en algunos países donde la siesta es parte de la cultura, como España, ahora se desalienta el hábito y algunas empresas en los Estados Unidos ahora están promoviendo las siestas cortas como un método importante para aumentar la productividad.

«Era importante tratar de desconectar las vías biológicas que contribuyen a por qué dormimos durante el día», dijeron los investigadores.

Específicamente, el equipo ha identificado genes asociados con la duración del sueño, el insomnio y la tendencia de las personas a despertarse temprano por la mañana o quedarse despierto hasta tarde en la noche.

Para este estudio, los investigadores del MGH y sus colegas utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido, que incluye información genética de 452 633 personas. A todos los participantes se les preguntó si dormían durante el día con opciones que iban desde «nunca / rara vez», «a veces» hasta «generalmente».

¿Qué personas son las que más necesitan una siesta?

Los investigadores identificaron 123 regiones en el genoma humano que estaban relacionadas con el sueño durante el día.

Al analizar en profundidad los datos que recopilaron, los investigadores identificaron al menos tres posibles mecanismos que promueven el sueño:

  • predisposición al sueño: Algunas personas necesitan más horas de sueño que otras.
  • Sueño perturbado: Una siesta durante el día puede ayudar a compensar la mala calidad del sueño de la noche anterior.
  • Despertarse temprano en la mañana: Las personas que se despiertan temprano pueden recuperar el sueño perdido tomando una siesta al mediodía.

«Esto nos dice que el sueño diurno se basa en las características biológicas y no solo en las elecciones ambientales o de comportamiento de las personas», dijeron los investigadores.

Algunos de estos subtipos están asociados con problemas de salud cardiovascular, como una circunferencia de cintura alta y presión arterial alta, aunque se necesita más investigación sobre estas correlaciones.

«La investigación futura podría ayudar a desarrollar recomendaciones individualizadas para las siestas», concluyeron los investigadores.

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