Dolor durante las relaciones sexuales: ¿qué puede causarlo?

La dispareunia es un dolor repetitivo y persistente durante las relaciones sexuales. Afecta alrededor del 10-20% de las mujeres en los Estados Unidos y alrededor del 5% de los hombres. Entre las mujeres, es más común en el grupo de edad 55-64 (10,4%) y 16-24 (9,5%). La dispareunia puede tener un impacto significativo en su salud física y mental, la imagen corporal, la relación con su pareja y la búsqueda de un bebé.

Dolor durante el coito causas

La dispareunia o comúnmente llamado tiende a tener causas mixtas (factores mentales y físicos).  Los factores de riesgo para el dolor durante el coito son:

 edad temprana,
 bajo nivel de educación,
 síntomas de una infección del tracto urinario
 mal estado de salud,
 estrés y problemas emocionales,
 estatus económico bajo.

Las causas más comunes de dispareunia incluyen:

 Sequedad vaginal: afecta con mayor frecuencia a las mujeres en edad reproductiva. La lubricación vaginal insuficiente provoca fricción y microdaños en el epitelio vaginal y la vulva. Esta dolencia puede resultar de trastornos de excitación o enfermedades crónicas como diabetes, aterosclerosis, enfermedades autoinmunes o enfermedades neurológicas. La sequedad vaginal también puede ocurrir después de la quimioterapia, la terapia hormonal o la radioterapia. Este dolor está presente tanto con el inicio de la penetración como con la penetración profunda. Durante el diagnóstico, el médico puede evaluar la mucosa vaginal y solicitar pruebas hormonales adicionales. La causa de la sequedad se puede tratar, pero los lubricantes también pueden ayudar con el tratamiento;
 Endometriosis – La endometriosis ocurre cuando los tejidos del endometrio (revestimiento del útero) están presentes fuera de la cavidad uterina. Se comportan igual y siguen el ciclo menstrual, por lo que sangran y provocan una reacción inflamatoria. Además del dolor durante el coito, hay dolor crónico en la parte inferior del abdomen o en la espalda y dolor en el período perimenstrual. La endometriosis se trata con analgésicos y hormonas, pero en algunos casos se requiere cirugía para extirpar los tejidos endometriales ectópicos;
 Fibromas uterinos: estos son tumores benignos que se originan en las células musculares del útero. Son más comunes en mujeres en edad fértil. A menudo no causan ningún síntoma, pero si son intensos, pueden causar dolor pélvico y sensación de plenitud, micción frecuente, períodos abundantes y dolor durante las relaciones sexuales. Los fibromas se detectan durante la ecografía y dependiendo de su tamaño y ubicación, se utiliza la terapia hormonal, la extirpación del tumor o la embolización de la arteria uterina, reduciendo el flujo de sangre al tumor.
 Enfermedades dermatológicas: en presencia de enfermedades dermatológicas en el área de la vulva, como el liquen plano, el liquen escleroso o la psoriasis, el dolor puede ocurrir durante el inicio de la penetración. Hay lesiones en la piel, ardor y picazón. El tratamiento varía dependiendo de la enfermedad. Para un diagnóstico preciso, se puede tomar una biopsia;
 Infecciones: la uretritis o las infecciones vaginales pueden contribuir a la dispareunia. La sensación de ardor al orinar y la picazón pueden sugerir una infección del tracto urinario, y el flujo vaginal patológico (a menudo con mal olor) indica una infección vaginal. La inflamación de las partes superiores del sistema genitourinario puede estar asociada con fiebre y escalofríos. Durante el examen, el médico toma una muestra para cultivo y prescribe el tratamiento dependiendo de los patógenos causantes de las dolencias;
 Dispareunia posparto: después del primer parto vaginal natural, hasta el 41% de las mujeres después de tres meses y el 22% después de seis meses experimentan dolor durante las relaciones sexuales. El estiramiento y el desgarro de los tejidos, así como la incisión perineal, provocan heridas y cicatrices que pueden causar dispareunia. Además, el período posparto, especialmente en las madres lactantes, se caracteriza por la disminución de los niveles de estrógeno, lo que contribuye a la sequedad vaginal. Los lubricantes o el masaje de cicatrices suelen ayudar, pero si los síntomas persisten y los cambios anatómicos son visibles, se puede considerar la cirugía;
 Atrofia vaginal: ocurre en hasta el 50% de las mujeres posmenopáusicas y se asocia con una reducción en la concentración de hormonas: estrógenos. Se caracteriza por sequedad vaginal, dolor al orinar y ardor o picazón. En el examen físico, es visible el alisamiento de las arrugas vaginales, y la mucosa vaginal es delgada, pálida y menos elástica. Los lubricantes reducen la gravedad de los síntomas, pero la terapia con estrógenos es el tratamiento más eficaz. Estas hormonas están disponibles en forma de geles, glóbulos, anillos o tabletas;
 Vulvodinia: esta es una enfermedad caracterizada por molestias en la vulva, descrita con mayor frecuencia como dolor ardiente. Se diagnostica después de descartar otras causas de estas dolencias. El dolor puede ser causado por el tacto, por ejemplo, al insertar un tampón, o por las relaciones sexuales. Las mujeres con depresión y trastornos de ansiedad tienen riesgo de vulvodinia, y las mujeres con vulvodinia tienen más probabilidades de desarrollar depresión y ansiedad. El tratamiento consiste en una pomada analgésica con lignocaína y antidepresivos tricíclicos, por ejemplo, amitriptilina. La escisión quirúrgica de los puntos dolorosos puede ser efectiva hasta en el 80% de los casos;
 Enfermedades de los apéndices: las patologías dentro de los apéndices (es decir, ovarios, trompas de Falopio y tejidos circundantes) pueden causar dispareunia. El dolor generalmente se siente durante la penetración profunda, que se encuentra en la pelvis o en la parte inferior del abdomen. Es necesario un examen ginecológico completo para establecer un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento;
 el vaginismo (vaginismo) es más común en mujeres jóvenes. Es una contracción involuntaria de los músculos del fondo del útero que inhibe la entrada a la vagina. Algunas fuentes tratan la dispareunia y el vaginismo como una entidad caracterizada por dolor, ansiedad, problemas de penetración o una combinación de estos factores. Es controvertido si el vaginismo es la causa principal de la dispareunia o si se desarrolla en respuesta a otros trastornos físicos o psicosexuales. Los tratamientos comunes incluyen la fisioterapia del músculo fundus y la terapia cognitiva conductual.

Factores psicológicos de la dispareunia

A diferencia de los factores físicos de la aparición de la dispareunia, estos factores psicológicos o psicosexuales son difíciles de categorizar, pero relativamente fáciles de reconocer. El dolor es un síntoma físico y muchas veces esperamos que se explique por una causa física. Sin embargo, la mayoría de las veces, las causas de la dispareunia son mixtas, tanto físicas como mentales. Una entrevista con el paciente generalmente identifica los factores psicológicos que conducen a relaciones sexuales dolorosas, como el estrés, la ansiedad, los malos recuerdos de las relaciones sexuales o un historial de abuso. La psicoterapia y una cita con un sexólogo son útiles.

Dispareunia en hombres

Hay poca investigación sobre la dispareunia masculina. Según las publicaciones disponibles, entre el 1 y el 5 % de los hombres experimentan dolor durante el coito. Dado que la disfunción sexual masculina suele estar estigmatizada en la sociedad, se estima que este porcentaje es mayor. Al igual que las mujeres, los hombres también pueden experimentar dolor por la fricción si la vagina no se hidrata durante las relaciones sexuales. En este caso, los lubricantes pueden ayudar.

Otras razones pueden ser:

 daños en el prepucio, infecciones de transmisión sexual como micosis, herpes genital, gonorrea;
 anomalías anatómicas del pene tales como esclerosis cavernosa (enfermedad de Peyronie) que se manifiesta por curvatura del pene y problemas de erección;
 erecciones dolorosas, como el priapismo, que se caracteriza por una erección dolorosa.

Dispareunia es el término utilizado para describir el dolor asociado con las relaciones sexuales. Suele tener causas mixtas, tanto físicas como psicosexuales. El inicio repentino de los síntomas puede sugerir causas psicosexuales, y un aumento gradual de estos provoca una causa física o anatómica. Una entrevista con el paciente y un examen físico suelen ser suficientes para hacer un diagnóstico. El tratamiento se centra en identificar y tratar la causa de la dispareunia. Dependiendo del diagnóstico, se pueden utilizar fisioterapia de fondo de ojo, lubricantes, intervenciones quirúrgicas o terapias cognitivas conductuales, que pueden ser parte del plan de tratamiento.

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