Ejercicio: si sientes esto, entonces necesitas un día de descanso.

Sí, te encanta la gimnasia. Sí, ahora que los gimnasios han reabierto, siguiendo todas las precauciones de seguridad, estás de vuelta en el horario.

Desde el lunes… entrenando de nuevo y de alguna manera los días de la semana están llenos. Pausa. ¿Exageras un poco por mucha emoción? Y si es así, ¿cómo lo entenderás?

Nuestros propios cuerpos pueden revelar lo que hemos hecho mal, así que prestemos atención.

dormir mal

El descanso es el alfa y omega de un entrenamiento verdaderamente exitoso. Entonces, cuando te excedes con los calambres abdominales y las flexiones, tu sueño se ve perturbado. Y hay una explicación para eso. El combustible básico del cerebro no es otro que la glucosa.

Este último, cuando no le dices que deje de hacer ejercicio, comienza a agotar sus reservas, con el resultado de que no son suficientes para tu cerebro. Y de alguna manera no haces la vista gorda…

El rendimiento ha comenzado a declinar.

La primera señal. El más característico. Si te gusta correr, andar en bicicleta o simplemente nadar y notas que después de un tiempo no tan corto pierdes el apetito y el rendimiento, entonces necesitas tomarte un descanso. Pequeño, pero no necesario.

Las piernas parecen más débiles

Y cuando haces tus ejercicios con el objetivo de fortalecer cada músculo de tu cuerpo, sientes que la atonía «llama» a tu puerta. Pausa. Algo está mal. ¿Sabes lo que tienes que hacer para volver a la configuración de fábrica? Pero, por supuesto, un descanso.

El agarre se ha convertido en rutina

¿Las lesiones musculares y los esguinces se han convertido en parte de su rutina diaria? Si es así, debe encontrar la causa del problema. Por qué, no hay más sentimientos molestos.

Tú lo sabes. Solo piensa cuántas veces hiciste tu entrenamiento esta semana. ¿Encontraste la respuesta?

Altibajos en el estado de ánimo

Se caracteriza por transiciones y fluctuaciones. Y hay una explicación para eso. La melancolía y los arrebatos de ira son algunas de las señales de que te estás excediendo con el ejercicio.

Cuando el cuerpo está estresado, secreta en exceso la hormona cortisona, que está asociada con el estrés, que se produce no solo cuando uno está bajo presión psicológica, sino también cuando uno hace ejercicio en exceso.

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