Esto superará un período estresante.

El estrés es nuestra respuesta a diversas situaciones de la vida y, para la mayoría de nosotros, es inevitable.

Sin embargo, a veces nos sentimos aún más presionados para satisfacer las crecientes necesidades que surgen.

Entonces, entonces, necesitamos algunos consejos simples y prácticos para combatir el estrés y ayudarnos a hacerlo.

Veamos estos consejos y hábitos dietéticos que pueden marcar la diferencia.

Comemos grasas omega-3

Una dieta saludable no comienza con el conteo de calorías, sino con el consumo de alimentos ricos en nutrientes. Durante los períodos de estrés, es mejor evitar los azúcares refinados (por muy tentadores que sean) y consumir muchas grasas omega-3. Además de ser bueno para la piel, los estudios han demostrado que las personas que eligen alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 tienen niveles más bajos de depresión, ya que los ácidos grasos omega-3 reducen la liberación de hormonas del estrés.

Entonces, en lugar de comer alimentos sin ningún valor nutricional, como dulces y refrescos, elegimos grasas buenas, como las que se encuentran en la caballa y el salmón.

Bebemos suficiente agua

Cuando no consumimos suficiente agua, nuestro volumen de sangre cae y el corazón tiene que trabajar más para mantenernos funcionales. Entonces, si ya nos sentimos cansados, las cosas empeorarán si nos quedamos sin agua. Cuando tenemos sed, ya estamos un 2% deshidratados, por lo que no debemos llegar a este punto.

Estamos ejercitando

El ejercicio puede tener un efecto positivo en nuestra salud mental y juega un papel importante en la forma en que manejamos el estrés. Sin embargo, si ya hacemos ejercicio con regularidad, no hay razón para excederse, ya que el ejercicio extenuante puede debilitar nuestro sistema inmunológico.

Dormimos lo suficiente

La hormona del sueño, la melatonina, aumenta por la noche pero disminuye cuando estamos excitados. Evite la cafeína por las noches, incluso el té descafeinado, que puede contener hasta un 30% menos de cafeína.

También evitamos las pantallas, que se ha demostrado que afectan nuestro ritmo circadiano, y nos aseguramos de tener la temperatura corporal correcta. Cuando sentimos mucho calor, nuestro cuerpo puede ralentizar la liberación de melatonina, por lo que evitamos comer alimentos picantes por la noche o tomar una ducha caliente antes de acostarnos.

Es una buena idea tomar una ducha fría y elegir carbohidratos complejos, como granos integrales, que pueden ayudar a liberar serotonina y equilibrar la glucosa en sangre.

Evita el azúcar

El azúcar causa inflamación, afecta los niveles de glucosa en sangre, provoca cambios de humor (los estudios han demostrado que los países con un alto consumo de azúcar tienen tasas más altas de depresión) y conduce a un aumento de peso. Por lo tanto, deje de lado los chocolates y las bebidas azucaradas y elija alimentos con alto contenido de grasas y proteínas buenas, como nueces, aguacates y pescados grasos. Este cambio nos ayudará a evitar cambios repentinos en los niveles de azúcar en sangre y a equilibrar nuestro estado de ánimo y apetito por la comida.

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