El consumo de uvas puede aumentar la resistencia de la piel a la luz solar, muestra un estudio en voluntarios estadounidenses.
«Las uvas pueden actuar como un protector solar comestible, ofreciendo un nivel adicional de protección más allá de los protectores solares tópicos», dijo Craig Elmets de la Universidad de Alabama, quien dirigió el estudio, que se publica en el Journal of the American Academy of Dermatology.
Se pidió a los voluntarios del experimento que consumieran durante un período de 14 días uva en polvo en una cantidad correspondiente a 2,25 tazas de fruta fresca al día,
Antes y después de tomar el polvo diariamente, los investigadores expusieron a los voluntarios a la radiación ultravioleta y midieron la llamada Dosis Mínima de Eritema, o MED, la dosis requerida para causar enrojecimiento de la piel dentro de las 24 horas.
El experimento demostró que el consumo de uvas aumenta la dosis mínima de eritema en un espectacular porcentaje del 74,8%, un indicio de que las uvas reducen el daño de la luz solar.
Las pruebas de laboratorio en muestras de piel tomadas por biopsia también mostraron una reducción en el daño del ADN, una reducción en la muerte celular y una reducción en los marcadores inflamatorios que potencialmente podrían provocar cáncer de piel.
Según el equipo de investigación, uno de cada cinco estadounidenses tendrá algún tipo de cáncer de piel a la edad de 70 años. La radiación ultravioleta es responsable del 86 % de los casos de melanoma, el cáncer de piel más grave, y del 90 % de otros tipos de cáncer de piel.
Además, se estima que la exposición a la radiación ultravioleta es responsable del 90% del envejecimiento de la piel, según estudios previos.
El mecanismo de acción de las uvas sigue siendo desconocido, pero los investigadores sospechan que los polifenoles contenidos en la fruta mediterránea reducen la inflamación y mejoran los mecanismos de reparación del ADN.
Los niveles de polifenoles varían según el origen geográfico y la variedad de cultivo, pero tienden a ser más altos en las uvas rojas.
Uno de estos polifenoles es el resveratrol, un antioxidante que se está investigando por sus beneficios potenciales en una variedad de trastornos metabólicos.
