Grasa parda: Protege el corazón y protege contra enfermedades crónicas

La grasa parda ha sido descrita por muchos investigadores como «tejido mágico» y no injustamente… ya que a diferencia de la blanca, que almacena calorías, la grasa parda quema energía, y la comunidad científica deposita sus esperanzas en ella para posibles tratamientos futuros de la obesidad.

La grasa parda es un «protector» de la salud

Sin embargo, no ha quedado claro durante mucho tiempo si las personas con mucha grasa parda realmente disfrutan de una mejor salud.

Ahora, un nuevo estudio en Medicina natural ofrece una fuerte evidencia de sus beneficios potenciales: entre más de 52,000 participantes, aquellos que tenían grasa marrón detectable tenían menos probabilidades que sus pares de sufrir enfermedades cardíacas y metabólicas, que pueden variar desde diabetes tipo 2 hasta enfermedad coronaria.

El estudio, con mucho el más grande de su tipo en humanos, confirma y amplía los beneficios para la salud de la grasa parda, lo que confirma los hallazgos de estudios anteriores.

«Por primera vez, se revela un vínculo entre la grasa parda y el menor riesgo de ciertas enfermedades», dice el Dr. Paul Cohen, profesor asistente y médico del Hospital Universitario Rockefeller.

Se «escuda» el corazón

Aunque la grasa parda se ha estudiado durante décadas en recién nacidos y animales, no fue hasta 2009 que los científicos pudieron estimar que también se podía encontrar en algunos adultos, generalmente alrededor del cuello y los hombros.

Desde entonces, los investigadores han estado tratando de estudiar estas vagas células grasas, que tienen el poder de quemar calorías para producir calor en condiciones de frío.

En colaboración con Heiko Schoder y Andreas Wibmer del Memorial Sloan Kettering, los investigadores examinaron 130 000 tomografías PET de más de 52 000 pacientes y encontraron la presencia de grasa parda en casi el 10 % de las personas.

Varias enfermedades comunes y crónicas fueron menos comunes en personas con grasa marrón detectable. Por ejemplo, solo el 4,6 % tenía diabetes tipo 2, en comparación con el 9,5 % de las personas que no tenían grasa marrón detectable. Del mismo modo, el 18,9 por ciento tenía colesterol alto, en comparación con el 22,2 por ciento de los que no tenían grasa parda.

Además, el estudio reveló tres condiciones más para las cuales las personas con grasa parda tienen un menor riesgo: hipertensión, insuficiencia cardíaca y enfermedad coronaria.

¿Cómo afecta la obesidad?

Otro hallazgo sorprendente fue que la grasa parda puede mitigar los efectos negativos de la obesidad en la salud.

En general, las personas obesas tienen un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y metabólicas. Sin embargo, los investigadores encontraron que entre las personas obesas con grasa parda, la prevalencia de estas condiciones era similar a la de las personas no obesas.

«Casi parecen estar protegidos de los efectos nocivos de la grasa blanca», dice el Dr. Pablo Cohen.

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