Lo que ganas con la gestión adecuada del tiempo

Tanto si tendemos a procrastinar, como si sentimos que las 24 horas de cada día no son suficientes, la gestión del tiempo es la solución a al menos uno de nuestros problemas. De hecho, investigaciones recientes han concluido que la gestión del tiempo puede mejorar no solo nuestro rendimiento en el lugar de trabajo, sino también nuestro bienestar al reducir el estrés.

Así que si buscamos la forma de facilitar nuestro día a día, mejorar nuestro rendimiento (en cualquier ámbito) o combatir el estrés, la gestión del tiempo es el secreto del éxito. Pero veamos cómo podemos hacer una mejor gestión del tiempo.

¿Cómo hacemos una mejor gestión del tiempo?

Tenemos nuestra mente en el tiempo

El primer paso es darnos cuenta exactamente de cómo usamos nuestro tiempo. Mirando el reloj, podemos darnos cuenta, por ejemplo, de que pasamos una hora entera revisando nuestros correos electrónicos en lugar de ocuparnos de un proyecto importante y urgente.

Cuando sepamos exactamente en qué empleamos nuestro tiempo, podremos realizar cambios útiles que nos ayudarán a ser más eficientes en lo que hacemos.

Establecemos límites de tiempo

Puede sonar duro, pero en realidad puede ser un juego. Por ejemplo, nos fijamos el objetivo de completar una tarea en un tiempo determinado y, si lo conseguimos, nos premiamos con un breve descanso, de modo que descargar nuestro cuerpo y mente.

Las listas son nuestras amigas.

Las listas nos ayudan a organizar nuestras obligaciones y ahorrar tiempo. Una vez que hemos hecho una lista, no necesitamos tratar de pensar qué hacer o qué hacer a continuación. Así que las listas nos ayudan a quedarnos concentrado, estar motivados y dibujar una sensación de éxito cada vez que borramos una obligación.

Estamos organizados de antemano.

La organización es la clave del éxito. Idealmente, planificamos para la próxima semana todos los domingos por la noche, teniendo en cuenta tanto nuestras obligaciones profesionales como personales. De esta manera podemos tener una mejor imagen de nuestro programa, pero también reducir el estrés que sentimos.

Empezamos con lo más importante

Planificamos nuestras obligaciones más importantes y exigentes al comienzo del día, cuando todavía estamos relajados y tenemos más energía. Así, podremos completarlos de manera más fácil y eficiente, mientras que al mismo tiempo continuaremos nuestro día con menos estrés, ya que la parte difícil se habrá ido.

Nos enfocamos en un trabajo a la vez

Si hemos elegido hacer un trabajo específico, nos centraremos en él hasta que lo consigamos. Evitamos dejarlo en el medio, ocuparnos de otra cosa y volver a ello, ya que de esta manera desafinamos.

Deja un comentario