Algunos días pueden ser tan estresantes que todavía nos sentimos ansiosos cuando nos despertamos a la mañana siguiente, incluso si todo lo que hemos experimentado en las últimas horas es dormir. A veces, el estrés de un día o una situación pueden «perforar» tus sueños, con el resultado de que no solo no descansas sino que los desafíos del día siguiente parecen aún más difíciles, causándote una ansiedad adicional. Otros días pueden estar tan «cargados» de responsabilidades que sientes su peso nada más despertarte. Pero, ¿cómo se gestiona esta “predisposición” al estrés? Algunas estrategias que puede probar incluyen:

Meditación

EL meditación contribuye significativamente al alivio de la ansiedad o la sensación de ansiedad. Puede ser una herramienta muy poderosa para combatir este sentimiento de pánico o miedo porque puede distraerlo de las preocupaciones o pensamientos negativos, brindándole cierta distancia mental y emocional entre usted y los factores estresantes que lo están molestando. Algunas técnicas de meditación pueden ser especialmente útiles en las primeras horas de la mañana, ya que pueden prepararlo para experimentar emociones positivas durante el resto del día.

Fijar metas

Si te despiertas y antes de levantarte de la cama te sientes ansioso por todo lo que tienes que hacer, entonces la planificación y un plan de acción pueden ayudarte significativamente. Esta ansiedad generalizada se puede paliar si te fijas metas que quieres alcanzar durante el día. Puede comenzar con las cosas que importan y luego continuar con el resto del día. Al mismo tiempo, cuanto más te centres en tus objetivos y trabajes en ellos, menos tiempo quedará para pensamientos negativos, preocupaciones o incluso escenarios pesimistas.

Aprovecha la música

Para reducir los niveles de estrés basta con dejar que tu playlist favorita suene baja, e incluso como sonido de fondo puede mejorar tu estado de ánimo y energía, creando emociones positivas que superan la ansiedad. Al mismo tiempo, la música puede distraernos de pensamientos negativos o preocupaciones, que no solo no nos ayudan sino que pueden intensificar el ambiente ya negativo en el que nos podemos encontrar.