¿Se ha «ido» la química de su relación?

La química romántica y sexual suele ser lo que nos empuja hacia personas específicas y relaciones en general. Es la atracción por otra persona y nuestro deseo de compartir nuestra vida diaria con él, lo que tiende a alimentar la relación que eventualmente mantenemos con él.

La química no existe sólo al principio.

Estas formas de química suelen existir al comienzo de una relación, ya que nos llevan a elegir a las personas específicas que queremos tener en nuestra vida. Pero hay muchas historias de personas que poco a poco se fueron enamorando.

Tal vez fueron amigos durante años primero o incluso colegas. Es posible que se hayan conocido que nunca se dieron cuenta o se enfocaron el uno en el otro hasta un encuentro o situación fortuita.

La química puede desarrollarse lentamente en estas relaciones y las personas pueden gradualmente sentirse atraídas entre sí. Incluso pueden desarrollar gradualmente sentimientos románticos sin darse cuenta, hasta que la otra persona los exprese.

¿Realmente ha «abandonado» su relación?

Hay muchas formas de saber si el problema en su relación es la falta de química. Algunas de las características más obvias incluyen:

  • No querrás responder con ternura a tu pareja.
  • No te sientes familiar.
  • Te sientes emocionalmente desconectado de tu pareja.
  • Cada vez pasan más tiempo separados, sin preocuparse demasiado.

Cómo encontrarlo de nuevo

La falta de química en una relación se basa en la falta de conexión o la falta de deseo de conectarse. Puedes intentar restaurar la química perdida a través de actividades de conexión emocional y física, como:

  • Una cita con actividades que ambos disfrutaréis.
  • Sea amable con los demás, incluso si no son instintivos en ese momento.
  • Habla abiertamente. Pase tiempo en discusiones honestas, donde compartirá sus sentimientos.
  • Pasar más tiempo juntos, planeando una escapada corta, aunque sea de unos días.

A veces, hacer las cosas al revés funciona mejor de lo que uno esperaría. Por ejemplo, el afecto libera oxitocina, una sustancia química que nos hace sentir bien.

Aunque no te sientas afectuoso en un momento dado, el acto de ofrecer y recibir amor hace que nuestro cuerpo produzca sustancias químicas «felices». Esto, a su vez, puede rejuvenecer los sentimientos felices que tenemos por nuestra pareja.

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