Sindrome De Fatiga Crónica: Qué Es, Sintomas y Tratamiento

Se estima que la fatiga afecta actualmente al menos a 30 millones de personas en todo el mundo y la mitad de ellas dice estar tan exhausta que ni siquiera puede funcionar.

Este es un problema enorme, que en combinación con la pandemia de coronavirus que causa fatiga, a veces años, a los afectados, adquiere proporciones epidémicas dentro de una pandemia.

No es difícil entender por qué estamos tan cansados. Pensemos en el cuerpo humano como un barco. Cuanto más peso le pongamos al barco más posibilidades habrá de que en algún momento le meta agua.

¿Podemos sufrir de fatiga crónica?

El cansancio se puede manifestar por mareos, dolores musculares, falta de energía, problemas para dormir, etc.

Si es posible tener todos estos síntomas porque, por ejemplo, trabajamos demasiadas horas, primero debemos reducir la velocidad, tratar de descansar y pedir ayuda con lo que tenemos que hacer, y si después de todo seguimos sintiéndonos cansados, entonces probablemente pertenecemos a los que experimentan fatiga crónica.

Los expertos generalmente creen que debemos tener síntomas de fatiga inexplicable durante al menos 3 meses para decir que entramos en esta categoría. Para entender esto, puede ser suficiente escuchar que los humanos estamos hechos para despertarnos con alegría y energía para aprovechar la vida.

Si sentimos que cada mañana que nos levantamos necesitamos encontrar una manera de motivarnos, pero también que necesitamos consumir cafeína para obtener la energía que nos falta, entonces hay un problema.

Las mujeres están más cansadas.

La fatiga generalmente funciona de manera desproporcionada para las mujeres. Crianza de los hijos, hogar, trabajo fuera de casa, cambios hormonales, menopausia…

Para algunas mujeres todo esto puede ser tolerable, pero la mayoría están demasiado cansadas para hacerlo todo y por eso el más mínimo cambio es la gota que rebosa el vaso, haciéndoles sentir que su energía se les ha ido para siempre.

¿Cómo lidiar con la fatiga?

Con demasiada frecuencia nos resulta difícil lidiar con la fatiga porque pensamos erróneamente: «No podemos encontrar ningún problema, así que no hay problema». O: «Sabemos que algo anda mal, pero no sabemos cómo solucionarlo, por lo que no hay solución/respuesta».

Lo cierto es que la fatiga crónica es una condición que es difícil de investigar y encontrar causas y respuestas detrás de ella. Por supuesto, esto no significa que cuando sufrimos de fatiga simplemente debamos aceptar nuestro destino como algo que no se puede cambiar.

El libro de Alex Howard «Decodifica tu fatiga» sugiere un plan de 12 pasos que nos ayudará a decodificar nuestra fatiga para que podamos manejarla y quizás superarla.

Paso 1: Asumimos la responsabilidad

Puede que no seamos responsables de cómo es nuestra vida, pero si no nos satisface y queremos o sentimos que necesitamos cambiarla, entonces la responsabilidad de este cambio es solo nuestra.

Paso 2: Buscamos un diagnóstico certero

Existen varios problemas de salud (por ejemplo, el hipotiroidismo) que pueden causar fatiga, por lo que es recomendable visitar a los médicos adecuados y hacer las pruebas necesarias para descartar la posibilidad de que haya una enfermedad tratable detrás de la fatiga que sentimos.

Por supuesto, si se descubre que un problema de salud específico es responsable de nuestra fatiga, entonces resolverlo resolverá el problema de la fatiga inexplicable.

Paso 3: Comprender el papel que juegan nuestras mitocondrias

Las mitocondrias convierten la energía que obtenemos de los alimentos en energía que usarán nuestras células. La fatiga puede estar relacionada con la producción de esta energía, momento en el que puede tener una base genética.

Paso 4: Nuestra personalidad bajo el microscopio

¿Alguna vez hemos pensado que la forma en que nos acercamos al mundo ya nosotros mismos puede ser agotadora?

* Los exitosos: Se dan cuenta de su valor a partir de lo que hacen y logran y constantemente se esfuerzan más allá de sus límites (tanto física como mentalmente).

* Perfeccionistas: Se sienten seguros y en control cuando hacen todo a la perfección y no importa lo cansados ​​que estén su perfeccionismo es más fuerte.

* Partidarios: Perciben su valor en base a lo que dan a los demás. Invierten mucho en las relaciones sin importarles si reciben el apoyo adecuado o cuán cansados ​​están en este empeño.

* Controladores: Se sienten seguros cuando se controlan a sí mismos y su entorno, incluso desperdiciando tremenda energía.

Por supuesto, es difícil cambiar nuestra personalidad, pero si nos damos cuenta de lo que estamos haciendo exactamente, es más fácil lidiar con eso y limitarlo.

Paso 5: Crear un ambiente terapéutico

Si nuestro cuerpo es como un bote y lo que experimentamos son las cargas que lo llenamos, estas cargas a menudo pueden ser agravantes y poco saludables. Para sanar, debemos tratar de eliminar estas cargas donde sea posible.

Paso 6: Entramos en un proceso de curación

Nos hacemos tres preguntas: ¿Nos sentimos cansados ​​y constantemente “enchufados”? ¿Nos resulta difícil relajarnos y dormir por la noche? ¿Nuestra mente funciona incluso cuando no se necesita?

Si respondimos afirmativamente a una o más de estas preguntas, debemos tratar de salir de la situación estresante en la que nos encontramos y entrar en el proceso de curación. Incluso darse cuenta y reconocerlo es un paso muy importante para empezar.

Paso 7: Mejorar la digestión

Para obtener la mayor cantidad de energía posible de nuestra comida debemos: Masticar al menos 20” cada bocado. Comer en un ambiente tranquilo. Si tenemos problemas de indigestión, estreñimiento, distensión abdominal, acidez estomacal, diarrea, etc., debemos investigarlos con la ayuda de nuestro gastroenterólogo.

Paso 8: equilibrar nuestras hormonas

Cuando nuestras hormonas están desreguladas, esto en sí mismo es una causa de fatiga. Cuanto más envejecemos, más se desregulan nuestras hormonas y nos sentimos más cansados.

Paso 9: Fortalecer nuestro sistema inmunológico

Cuando nuestro sistema inmunológico trabaja muy duro, más cansados ​​nos sentimos. Por ejemplo, si está en proceso de tratar con virus, gérmenes, agentes tóxicos, etc.

Paso 10: Descubre nuestros límites

Necesitamos averiguar hasta qué punto podemos esforzarnos y descubrir nuestros límites para no excederlos.

Paso 11: Mejorar nuestra alimentación

Si conseguimos mantener estables nuestros niveles de azúcar en sangre, sentiremos que tenemos más energía.

Es bueno evitar los hidratos de carbono simples (azúcar, dulces, chocolates, bollería, etc.) porque elevan bruscamente el azúcar en sangre, que luego baja rápida y bruscamente dando lugar a mucha hambre y ganas de algo dulce y normalmente calórico.

Es recomendable preferir otros alimentos e hidratos de carbono complejos (cereales integrales, frutas, etc.).

Paso 12: Pide ayuda

Acudimos a expertos que podrán orientarnos sobre cómo mantener altos nuestros niveles de energía y alejar la fatiga.

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