Solastalgia y Ecoansiedad: Qué son, Cómo Nos Afectan y Cómo Enfrentarlos

Los efectos sobre el estrés ecológico de la salud física y mental son más graves de lo que cabría esperar.

El cambio climático es una realidad y amenaza el futuro de la Tierra. Esto puede tener un efecto psicológico en algunas personas, un fenómeno conocido como estrés ecológico.

Veamos qué es, qué lo causa, cuáles son sus síntomas y qué podemos hacer para evitarlo mientras cuidamos el planeta.

¿Qué es el estrés ambiental?

El estrés ecológico es el miedo crónico a sufrir una inundación ambiental. El estrés ecológico no se considera una enfermedad, al menos no todavía, pero la creciente preocupación por la emergencia climática que estamos viviendo puede derivar en trastornos psicológicos.

La Asociación Estadounidense de Psicología describe el estrés ecológico como «el miedo crónico a una catástrofe ambiental que resulta de observar el impacto aparentemente irreversible del cambio climático y la preocupación relativa por el futuro del individuo y las generaciones futuras». Cree, por tanto, que la internalización de los principales problemas ambientales que afectan a nuestro planeta puede tener consecuencias psicológicas de diversa gravedad en algunas personas.

Entonces, ¿cuáles son los principales problemas ambientales asociados con el cambio climático?

Hablamos, entre otras cosas, de:

  • la multiplicación de fenómenos meteorológicos extremos (olas de calor e incendios, ciclones y huracanes, terremotos y maremotos, etc.),
  • el aumento de la contaminación y sus efectos sobre la salud,
  • la acumulación de basura en los océanos,
  • pérdida de biodiversidad,
  • el escasez de agua y falta de agua,
  • sobreexplotación de los recursos naturales,
  • deforestación,
  • aumento del nivel del mar.

Aunque no hay evidencia sobre cuánta población sufre de esta enfermedad reciente, los expertos dicen que a medida que aumentan los problemas relacionados con el clima, también lo hará el número de personas que experimentan estrés ecológico.

Cómo el estrés ecológico afecta a las personas

El estrés ecológico no afecta a todas las personas por igual. De hecho, tiende a ser más frecuente entre las personas que son más conscientes de la protección del medio ambiente. Los síntomas incluyen los siguientes:

  • casos leves de estrés,
  • estrés,
  • Trastornos del sueño,
  • nerviosismo, etc.

En los casos más graves, el estrés ecológico puede provocar asfixia o incluso depresión. Entre este último grupo, es bastante común que las personas expresen un fuerte sentimiento de culpa por el estado del planeta, que puede empeorar, entre quienes tienen hijos, cuando piensan en su futuro.

El estrés ecológico es un concepto nuevo, pero está estrechamente relacionado con otro, el Solastalgia, que la revista médica Lancet ya incluyó en 2015 como un término relacionado con el impacto del cambio climático en el bienestar humano. La solastalgia, que tampoco se considera una enfermedad, fue acuñada por el filósofo australiano Glenn Albrecht y define todos los trastornos psicológicos que ocurren en una población indígena luego de cambios catastróficos en su territorio, ya sea como resultado de actividades humanas o como consecuencia del clima. .

Por tanto, la solastalgia afecta a personas que ya han sufrido las consecuencias de un desastre natural y esto la diferencia del estrés ecológico.

Maneras sencillas de lidiar con el estrés ambiental

Los efectos del estrés ecológico se pueden minimizar como cualquier otro trastorno relacionado con el estrés. Es decir, buscar el lado positivo en cualquier situación, trabajar la regulación emocional contra los propios impulsos, desarrollar resiliencia para afrontar la adversidad, etc. Otro factor clave, al menos para reducir el sentimiento de culpa, es hacer lo que podamos para cuidar el planeta, promoviendo un estilo de vida sostenible para nosotros y los demás.

Aquí hay algunos consejos útiles:

  1. Aumente la conciencia de sí mismo y de los demás sobre el problema.
  2. Comprometerse con el consumo responsable y reciclaje para proteger el medio ambiente tanto como sea posible.
  3. Reducir el consumo de plástico.
  4. Realice actividades sostenibles, como crear un huerto urbano, recolectar plástico y colillas de cigarrillos de una playa o hacer abono.
  5. Apostar por la movilidad sostenible y alimentos sostenibles.
  6. No dejes «correr» un grifo o cisterna y evita tirar chicle al suelo, porque hasta el más mínimo detalle cuenta.

Una Una de las noticias positivas sobre la lucha contra el estrés ecológico es que los problemas climáticos están provocando un cambio en la conciencia de la necesidad de cuidados del planeta en gran parte de la población. Según una encuesta realizada por la empresa de tendencias globales WGSN, el 90% de los encuestados dijo que pensar en la crisis climática los hace sentir incómodos con su futuro, algo que, especialmente para los jóvenes, se convierte en una especie de activismo verde que está representado por la icónica Greta Thunberg, que propone un futuro más próspero para el planeta.

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