Sopas – ¿Por qué merecen un lugar en nuestra dieta?

Las sopas nutritivas y saludables son uno de los platos favoritos del invierno. A partir de ahí, los ingredientes que elijamos y la forma en que los cocinemos determinarán su valor calórico y nutricional general. Por ejemplo, las calorías pueden comenzar en 200-250 para una simple sopa de verduras y llegar hasta 700-800 para las sopas de carne con trozos grasos de carne o las sopas de cebolla francesa que contienen una gran cantidad de queso graso. Pero veamos con más detalle lo que nos ofrecen la mayoría de las sopas.

Agua que nos satisface

Su principal característica es el alto contenido en agua, que puede llegar hasta el 60% -70% de la sopa y nos provoca una fácil saciedad. De hecho, los estudios demuestran que comer una sopa de verduras como primera comida aumenta la sensación de saciedad y nos hace comemos un 20% menos después del almuerzo.

Verduras que nos aportan vitaminas

La mayoría de las sopas contienen mucha verdura y por tanto nos ofrecen mucha fibra, fundamental para el buen funcionamiento de nuestro tracto gastrointestinal. Al mismo tiempo, aportan a nuestro organismo muchas vitaminas hidrosolubles, como Vitamina C, Vitaminas del complejo B, minerales, oligoelementos y muchos antioxidantes.

Aromáticos y especias para antioxidantes.

Los diversos aromáticos y especias dan a las sopas aroma, sabor y valiosos ingredientes antioxidantes.

Proteína de alto valor biológico

Con la excepción de las sopas de verduras, otros tipos (sopas de carne, sopas de pollo, sopas de pescado, sopas de champiñones) contienen proteína de alto valor biológico, fundamental para el buen funcionamiento del organismo y la reducción de nuestro apetito por la comida.

Precaución…

En la sal

Puede dar sabor a nuestras sopas, pero cuando se consume en exceso conlleva riesgos. Por eso es importante controlar su consumo y darle sabor a nuestra sopa con más aromas y especias.

En grasas saturadas

Están asociados con problemas en el corazón y los vasos sanguíneos y se pueden encontrar principalmente en las sopas de carne. También las sopas de terciopelo que contienen leche o crema agria o las sopas con quesos amarillos son ricas en grasas saturadas de mala calidad. En lugar de crema agria, podemos agregar yogur a nuestras sopas.

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